Un estudio de la Universidad de Chile dio cuenta que la que la expansión en la entrega de la píldora anticonceptiva, a través de los centros de atención primaria de la salud, redujo en cerca de un 10 por ciento las tasas de morbilidad asociadas a la interrupción del embarazo.
Hasta el 2008, la llamada "píldora del día después" no estaba completamente disponible en Chile o estaba disponible solo por ventanas cortas y para casos limitados como, por ejemplo, violación.
Pero a partir de ese año, comenzó la expansión de su acceso en centros municipales de atención primaria, una medida que hacia el 2011 se consolidó con la aprobación de una ley que modificó el Código Sanitario para permitir que fuese proporcionada sin restricciones. Desde ese momento, la anticoncepción de emergencia experimentó un crecimiento hasta alcanzar, hacia el 2015, una distribución de 25 mil píldoras en 346 municipios.
Esta expansión en la oferta habría tenido una incidencia directa en la tasa de morbilidad por aborto, específicamente en la cantidad de mujeres que se hospitalizaron por circunstancias asociadas a la interrupción del embarazo.
Así lo plantea un estudio desarrollado por Damian Clarke, académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, junto a la profesora del Instituto de Sociología de la Pontificia Universidad Católica, Viviana Salinas, un trabajo publicado en la revista científica internacional Demography, la más importante del mundo sobre investigación demográfica.
De acuerdo al artículo, el aumento en el acceso a la anticoncepción de emergencia, a través de los centros municipales de atención primaria de la salud (APS), redujo la morbilidad por abortos en alrededor de un 10 por ciento.
LOS DETALLES DEL INFORME
Es así como durante el período anterior al inicio de la entrega de píldoras anticonceptivas, entre 2001 y 2008, la cantidad de mujeres atendidas por esta causa osciló entre 31 mil y 29 mil. Desde 2008, en cambio, el crecimiento en la distribución de este método de interrupción del embarazo significó una progresiva reducción en la morbilidad que llegó hasta cerca de 22 mil casos en 2017.
El trabajo se concentró en estadísticas públicas sobre atención no ambulatoria en hospitales que fueron codificadas directamente como embarazos que concluyeron en aborto.
El académico de la Universidad de Chile explica que la investigación utilizó cifras del Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS) disponibles hasta el año 2016-2017 para analizar la incidencia de la píldora anticonceptiva antes de la entrada en vigencia de la Ley de Aborto por tres causales, promulgada en septiembre de 2017.
No obstante, afirma que "el impacto de esta norma es muy menor. En 2018, por ejemplo, se registraron 632 abortos por tres causales y se estima que ocurren entre 60 mil y 70 mil interrupciones del embarazo al año en el país".
"Es un número muy bajo en relación a la cifra total de abortos, así que no incidiría de manera importante en las cifras de morbilidad". Destaca, por otra parte, que "las cifras de aborto son altas, si se piensa que la cantidad de nacimientos al año está en torno a los 200 mil".