La Sociedad Nacional de Agricultura sostuvo que "lo más fácil es echarle la culpa a nosotros".
La Seremi de Salud recalcó que el origen de las infecciones no fue por manipulación de alimentos.
La Sociedad Nacional de Agricultura, en voz de su primer vicepresidente Patricio Crespo, sostuvo que es labor de la autoridad sanitaria intensificar la fiscalización de las plantas de riego para evitar un incremento de casos de fiebre tifoidea.
Seg
ún Crespo, "es muy fácil echarle la culpa a lo más obvio, el agricultor es sólo un tomador, tiene el derecho de explotación de agua de una fuente y todas las fuentes contaminadas de Santiago están siendo tratadas y cabe la posibilidad de que haya algún vaciamiento irregular y que se puedan producir situaciones que no son culpa de los agricultores".
"La autoridad sanitaria deben velar porque no se viertan en los cauces naturales aguas servidas", agregó.
Por su parte, la seremi de Salud Metropolitana, Rosa Oyarce, indicó que existen dos escenarios que explican el brote, o se trata de una mala manipulación de alimentos o que los agricultores regaron con aguas servidas, descartando la primera opción.
"Los antecedentes epidemiológicos a nosotros no nos indican que vengan de restoranes, porque hay estudios epidemiológicos que se realizan alrededor de un problema y esos no nos han indicado que se trate de una procedencia del consumo en restoranes", señaló Oyarce.
Para la infectóloga de la Universidad Católica, Cecilia Perret, "los casos de fiebre tifoidea son por un problema de saneamiento ambiental, donde deposiciones humanas llegan a contacto con un alimento, ya sea a través de las aguas de regadío o a través de una persona que prepara alimentos en un restaurant".
