El pediatra Matías Garrido, profesor de Embriología Humana e investigador del Centro de Investigaciones Biomédicas de la Universidad de Valparaíso, cursa un doctorado en el Francis Crick Institute, de Londres, donde trabaja en un proyecto para crear un órgano artificial para niños con atresia de esófago.
Esta malformación congénita, en la cual el esófago no se forma completamente, provoca problemas para alimentarse y respiratorios en niños recién nacidos, y en un 10 por ciento de los casos el órgano está demasiado separado entre la parte proximal y la distal que hace casi imposible realizar una cirugía para unir ambos tramos.
Para tratar este tipo de casos, que se detectan de manera antenatal mediante una ecografía, actualmente se utilizan otros tejidos del cuerpo para reemplazar la parte faltante del esófago, como el colon o subiendo el estómago.
Según lo informado este lunes por La Tercera, el proyecto en el que trabaja Garrido consiste en usar células del mismo niño afectado, lo que disminuye las posibilidades de rechazo del órgano.
El profesional explicó que "se hacen crecer las células madre en el laboratorio, se expanden y después se siembran en una matriz que puede ser artificial, sintética o biológica. Esa matriz vendría siendo el andamiaje para construir un nuevo órgano que después se implantará de vuelta en el paciente".
Este trabajo se basa en una rama de la medicina regenerativa llamada ingeniería tisular y a través de ellas ya se han construido órganos como tráqueas, bronquios, vejigas, uretras y vaginas.
"Por ahora, con la tecnología que hay, son órganos de paso, tubulares, pero a lo que va, lo que esperamos, es crear órganos más complejos como hígado, riñón, pulmón y corazón", detalló Garrido.
De acuerdo con el matutino, la tecnología para crear este esófago artificial ya fue probada con éxito en ratones y el siguiente paso del proyecto es realizar el mismo proceso en cerdos antes de ser probado en humanos.