Autoridades y trabajadores confrontan versiones tras incidentes registrados el martes.
ANEF acusó que se pretende crear una situación de "violencia".
Tensas están las relaciones al interior de la Seremi Metropolitana de Salud después de un episodio entre las autoridades y trabajadores de la repartición, a causa de varios despidos al interior de la repartición.
El pasado viernes, la seremi Rosa Oyarce despidió a 21 de sus trabajadores, apuntando, entre otros temas, a muchas licencias médicas, falta de voluntad y problemas de probidad, ante lo que los desvinculados le solicitaron una reunión formal.
La cita, programada para el martes a las 09:00 horas, no se concretó. Según los trabajadores, a las 16:30 de la tarde la encargada de relaciones laborales les anunció que la cita estaba cancelada, postergándose un día más.
Según cercanos a Oyarce, decenas de trabajadores y dirigentes de la ANEF irrumpieron en el hall del segundo piso, en donde la seremi tiene su despacho. Allí, la secretaria ministerial regional intentó hacerse paso entre ellos en medio de agresiones e insultos, y tras lograr bajar a la calle debió irse a pie, ya que los trabajadores bloquearon el acceso a su auto.
"Estoy preocupada, muy preocupada" sostuvo Oyarce, para luego señalar que se trababa de "personas puntuales".
"Aquí ando con fiscalizadores, gente que me apoya plenamente en su trabajo" y "ellos han sido un apoyo irrestricto en esta acción que ocurrió", añadió la autoridad. Oyarce recalcó que el ataque sufrido "fue de personas específicas, no de toda la institución. Incluso fue de gente ajena a la institución que llegó y tuvo este actuar conmigo".
Versión de trabajadoresPero según los funcionarios, frente a la negativa a recibirlos tras esperar por seis horas, 30 de los trabajadores fueron al hall con un megáfono, recalcando que no protagonizaron agresiones ni bloquearon el automóvil. Aseguraron además que le pidieron ser escuchados, pero la seremi les negó otra reunión por la invasión de las dependencias.
La dirigenta Marcia Lara relató que "nosotros la seguimos para que nos diera 10 minutos de su tiempo: somos funcionarios de la institución y merecemos que ella nos reciba, o por último que le conozca el rostro a las personas que está despidiendo".
"Ella dijo que no, que no nos iba a recibir, porque le habíamos invadido sus dependencias, pero entendemos que como funcionarios públicos podemos estar dentro de la institución", dijo Lara, quien señaló que "acá son personas que están perdiendo su fuente laboral y detrás de ellas hay familias".
PreocupaciónLa situación preocupa al timonel de la ANEF, Raúl de la Puente, para quien la situación es altamente preocupante, porque "somos personas razonables y de trabajo, no somos personas violentas. Aquí se pretende crear una situación de violencia de parte de los trabajadores"
"Queremos que nos escuchen, y de repente, cuando no nos escuchan, esperamos allí hasta que lo hagan", sostuvo, acusando que a los trabajadores no se les recibe en un momento tan conflictivo como el despido.
