Tras la modificación de los decretos supremos 404 y 405, el proceso ya se puede gestionar.
Antes de salir al mercado el remedio debe probar su eficacia y calidad y ser registrado en el ISP.
Con esta modificación, los pacientes podrán acceder a nuevas alternativas terapéuticas.
Hasta tres años podría demorarse la llegada de un fármaco en base a cannabis a las farmacias chilenas.
Esto contado desde que se produce el fármaco, se demuestra su eficacia y calidad a través de estudios clínicos y hasta que se realice su registro sanitario en el Instituto de Salud Pública (ISP), informó La Tercera.
Sin embargo, tras la modificación de los decretos supremos 404 y 405 del Ministerio de Salud, en el cual se sacó la cannabis de la Lista I de Estupefacientes o "drogas duras", el proceso ya se puede comenzar a gestionar.
Con la modificación anunciada el pasado viernes, el Gobierno autorizó, mediante un decreto del Ministerio de Salud que está tomado de razón por parte de la Contraloría General de la República el 1 de diciembre pasado, la venta de medicamentos en base a cannabis.
Esto permitirá que pacientes de todo Chile que autogestionaban tratamientos terapéuticos con esta sustancia puedan tener nuevas alternativas para su cuidado.
