La Comisión de Salud de la Cámara de Diputadas y Diputados votó esta jornada las indicaciones incorporadas al proyecto de ley sobre "muerte digna y cuidados paliativos", denominada Ley de Eutanasia.
A mediados de diciembre pasado, la Cámara Baja aprobó en general el texto que establece una normativa jurídica para permitir que las personas, cumpliendo ciertas condiciones estrictamente descritas, soliciten asistencia médica para morir, respetando la voluntad de los pacientes que están en estado terminal o con dolores severos, entre otros.
En el paso siguiente, esta jornada el proyecto fue discutido en la mencionada comisión de los diputados, que le puso énfasis a lo más controversial de la propuesta: en qué circunstancias de puede pedir el término de la vida.
El proyecto indica que la persona que solicite la eutanasia deberá haber sido diagnosticada de una enfermedad terminal o padecer una dolencia incurable, donde su situación médica se caracterice por una disminución avanzada e irreversible de sus capacidades y ello le ocasione sufrimientos físicos persistentes e intolerables, que no puedan ser aliviados en condiciones que la persona considere aceptables.
La norma también señala que este sufrimiento podrá ser de naturaleza psíquica.
Respecto a esto último, diputados de la UDI presentaron una indicación para eliminar la alusión a la naturaleza psíquica del sufrimiento, sin embargo, fue rechazada por la instancia.
En cambio, la comisión aprobó otra, impulsada por los diputados Francisco Undurraga y Sebastián Álvarez (Evópoli), que establece que esa naturaleza psíquica no podrá entenderse como equivalente al mero diagnóstico de una enfermedad psiquiátrica o psicológica.
El diputado DC Víctor Torres, médico de profesión, explicó que "el dolor psíquico no es una enfermedad psiquiátrica y ni psicológica; se define como una experiencia subjetiva caracterizada por la percepción de intensos sentimientos negativos y cambios en sí mismos, y sus funciones, que no es menos real que otro tipo de dolores, y es un predictor de riesgo suicida aun en ausencia de algún desorden mental diagnosticado".
"Es un factor poderoso de vulnerabilidad, más incluso que la depresión; es lo que en algunos casos, en medicina paliativa, se denomina dolor psicógeno", puntualizó.
REPAROS DEL GOBIERNO
En esta línea, desde el Gobierno se mostraron contrarios a esta indicación y el asesor del Ministerio de Salud, Jorge Acosta, advirtió que "es muy peligroso que aquí no quede claramente establecido, que ese dolor psíquico no está explicado necesariamente porque el paciente está cursando con una depresión".
"Hoy día a cualquier paciente que pueda atender en la consulta, que está con ideación suicida va a poder acceder a la eutanasia en estas condiciones por cómo está redactada la ley o a eso se le va a poner algún límite luego que el paciente sea tratado, sobre todo sabiendo que los pacientes una vez que se traten terminan con este sufrimiento, con este padecimiento que es persistente, intolerable, que lo lleva -incluso- a pensar en terminar con su vida", cuestionó.
A su vez, el diputado RN Diego Schalper criticó que "es muy difícil poner los límites si no lo hemos definido bien, y me pasa que la indicación viene a enredar aún más el cuadro, porque los dolores psíquicos no necesariamente serían consecuencia de una patología psiquiátrica, sino que podría ser perfectamente coincidentes con un cuadro distinto".
"Entonces siento que, por incorporar este punto, no estamos siendo lo suficientmenete precisos", dijo.
Al proyecto de Ley de Eutanasia le fueron incorporadas 70 indicaciones, de las cuales se ha despachado casi la mitad y mañana martes será la última votación en la Comisión, para luego ser despachado a su discusión en particular en Sala.