Jorge Jiménez de la Jara afirmó que es posible implantar un sistema de huelgas "controladas", con procesos de diálogo y mediación obligatorios entre el Estado y trabajadores.
El primer ministro de Salud de los gobiernos de la Concertación, Jorge Jiménez de la Jara, propuso legislar para regular las negociaciones en el sector y evitar eventuales conflictos entre el Estado y los trabajadores.
En diálogo con El Diario de Cooperativa, Jiménez sostuvo que, de su experiencia en Italia -donde fue embajador-, ve el modelo usado en ese país como una vía para prevenir movilizaciones tan extensas como la que enfrenta Chile, que implica un daño para la atención de los pacientes.
"Propuse un modelo parecido al de los italianos, en el cual los trabajadores tienen derecho a negociar pero se respeta el derecho la salud de las personas", dijo Jiménez.
El ex titular de Salud sostuvo que "tiene que haber un mecanismo progresivo, legal y establecido, de diálogo y conversación, que se respete el derecho de los trabajadores a poder disentir y eventualmente llegar a una huelga".
Jiménez explicó que las movilizaciones en Italia son "absolutamente controladas", porque se explicita que no pueden afectar a servicios de urgencia, pabellones y unidades de cuidados intensivos.
Además, precisó que "la primera huelga no puede ser antes de tres semanas de ser avisada y no puede durar más de un día. La segunda no puede ser antes de dos semanas y no puede durar más de dos días, y entremedio se producen mesas de negociación y mediación obligatorias para las partes".
El daño a la salud pública
Respecto de la actual crisis debido al paro que hace más de tres semanas realiza la Confederación Nacional de Trabajadores de la Salud (Confenats), Jiménez expresó que le "preocupa que se llegue a este tipo de situación tan terrible, tan dramática, en el cual no hay diálogo".
El médico cirujano indicó que este tipo de movilizaciones, con todos los problemas que implica para la atención a pacientes, hay un alto costo para la imagen del sistema de salud estatal, que cuesta mucho mejorar.
"Después del conflicto la población quedará temerosa de volver a un hospital público y le va a costar aceptar que las cosas funcionan bien", afirmó Jiménez.
El maestro en Salud Pública añadió que "se erosiona el único bien que tiene acceso relativamente expedito a una medicina de calidad no siempre buena, que es la que se da en los sectores de menores ingresos".
Por todo ello, hizo un llamado a las autoridades, parlamentarios y trabajadores a conseguir una legislación que termine con este tipo de conflictos.
"El proceso previo es selvático, muy difícil de entender, se cruzan los intereses políticos, se cruzan los intereses corporativos y no hay un mecanismo adecuado para resolver", remató Jiménez. (Cooperativa.cl)
