Germán Codina reveló a Cooperativa que recibió un llamado del ex Presidente a raíz de la polémica.
"He querido entender que estuvo mal informado por su ministro", señaló el jefe comunal.
Durante la ceremonia de colocación de la primera piedra el Mandatario afirmó que el futuro recinto estaba financiado.
El alcalde de Puente Alto, Germán Codina (RN), reveló haber recibido un llamado telefónico del ex Presidente Sebastián Piñera a raíz de la polémica desatada esta semana por el supuesto "engaño" del anterior Gobierno en el anuncio de la construcción de un hospital para la comuna.
Según indicó Codina a Cooperativa, en la conversación el ex Mandatario le "reconoció" que el recinto hospitalario no contaba con financiamiento, pese a que el 18 de diciembre de 2013, durante la ceremonia de colocación de la primera piedra, el Jefe de Estado anunció lo contrario: que había "financiamiento asegurado".
"Me llamó el ex Presidente y yo agradezco que me haya llamado. La verdad es que como ex Presidente yo lo trato y lo voy a tratar con respeto. Sin embargo, creo que no se tiene que jugar con las necesidades de la gente", comentó Codina.
"Él (Piñera) reconoció –me reconoció- que no tenía el financiamiento durante el año 2014, porque no habían obtenido el 'RS', que es la rentabilidad social", explicó el jefe comunal, quien insistió en responsabilizar del problema al ex ministro de Salud, Jaime Mañalich.
"Yo lo que he querido entender es que el Presidente estuvo mal informado por su ministro", afirmó.
"Creo que el señor Mañalich lo puso (a Piñera) en un entuerto, en un enredo terrible y creo que ya no da para explicaciones, lo que tiene que hacer Mañalich es pedir disculpas", sentenció el alcalde, que fue invitado a un almuerzo de la Fundación Avanza Chile, pero no quiso asistir.
Hospitales en problemas
En medio de esta polémica se conoció ayer la decisión del Gobierno de presentar ante el Consejo de Defensa del Estado (CDE) los antecedentes sobre 13 proyectos hospitalarios retrasados o paralizados -siete hospitales y seis centros de salud familiar- que fueron financiados con fondos públicos en el anterior Gobierno y que están retrasados o paralizados.
Uno de los casos más críticos es el del Hospital de Calama, que comenzó su construcción en agosto de 2010 y debía entregarse el 30 de abril de 2013. Al día de hoy su estado de avance es del 62 por ciento. Una de las empresas constructoras quebró y hay un lío judicial de por medio, cuenta el alcalde Esteban Velásquez.
"Hará unos ocho meses el hospital quedó a medio construir, producto de que la empresa se declaró en quiebra. El tema hoy día está en los tribunales. Tenemos un hospital a medio construir y estamos con el antiguo completamente colapsado. Eso es lo que hoy día ocurre en Calama", dice Velásquez.
A juicio del alcalde, "aquí hay responsabilidad compartida, particularmente del Servicio de Salud de Antofagasta, que en su momento –según se nos informa- pagó por trabajos no realizados".
Un caso análogo se vive en Salamanca: el hospital comenzó sus obras en diciembre de 2012 y debió entregarse el reciente 17 de abril, pero a la fecha tiene un avance del 49 por ciento.
"Una de las empresas del consorcio declaró la quiebra y hay un síndico de quiebras del otro socio. Ellos nos dicen que no están quebrados y eventualmente podrían continuar la obra. Siendo bien honesto y frío con esto, yo creo que si nos vamos por el camino regular, administrativo, que es liquidar y volver a licitar", el proceso seguirá paralizado "por lo menos seis meses más", señaló el director del Servicio de Salud de Coquimbo, Ernesto Jorquera.
A estos casos se suman el caso del Hospital de Rancagua y el nuevo Exequiel González Cortés, en la comuna de San Miguel, que debe entregarse en octubre de este año, pero lleva sólo un 16 por ciento de avance.
