El nuevo hospital de Calama, que se convirtió en símbolo de la herencia dejada por la administración de Sebastián Piñera debido a sus atrasos, ahora corre un serio riesgo de ser demolido debido a fallas en su construcción.
Según un informe de un análisis técnico dado a conocer por el Servicio de Salud de Antofagasta, el hormigón del recinto presenta un porcentaje menor de resistencia al establecido por el proyecto original, generando riesgo de colapso.
Así, todo podría derivar en la demolición de la obra.
El recinto comenzó a construirse en 2010 y se debía concluir en 2012, pero hasta la semana pasada presenta sólo un 68 por ciento de avance y una inversión de 38 mil millones de pesos, cuando se proyectaron 31 mil millones.
Desde Calama, el alcalde Esteban Velásquez afirmó que hay molestia en la comunidad y que probablemente se inicien movilizaciones.
"Cuando deben compensarle a la ciudadanía con un recinto asistencial digno, pasa lo que pasa. Estamos colapsados de molestia en la ciudad de Calama, reventados de explicaciones y estas invitaciones son solo a movilización para que se nos pueda escuchar y apurar y entregar las platas que estamos pidiendo", dijo Velásquez.
"Desprolijidad"
El diputado por la zona Marcos Espinosa (PRSD), acusó desprolijidad de las autoridades del Ministerio de Salud del Gobierno anterior y añadió que solo queda esperar las acciones que tomará el Servicio de Salud de Antofagasta con un nuevo informe para ver si se inicia con el proceso de demolición.
"Esto fue un balde de agua fría, quedamos anonadados con la publicación del informe técnico que se llevó a cabo donde se especificaba que el hormigón utilizado estaba muy por debajo de la norma y eso claramente pone en riesgo el seguir construyendo para terminar y concluir la obra. Los pasos que quedan por seguir son que una nueva comisión técnica evalúe", dijo el parlamentario.