"Que se haga justicia", exigen los padres de Alan Abraham, el niño de un año que murió en la Unidad de Pediatría del Hospital de Curicó mientras era tratado por una neumonía.
El caso se conoció ayer, tras revelarse que la Fiscalía investiga si al menor se le inyectó, de manera errónea, leche en vez de suero.
"Queremos que se haga justicia y que no le pase a otro niño, a otra familia, que esté viviendo este tremendo dolor", manifestó esta mañana el padre, Hernán Becerra Narváez, quien rechazó la versión del centro asistencial que apunta a que fue la madre la que le inoculó la leche.
"Ella nunca hizo nada, nunca le administró la leche al niño", dijo el progenitor, palabras a las que se sumó su esposa, Ana María Gajardo Monsalve.
"Ni siquiera tomé nada. Ella misma, la enfermera, me dijo: 'Mamita, no haga nada, porque yo ya le hice todo'", aseveró la mamá del pequeño.
Habla el director del hospital
Desde el Hospital de Curicó niegan responsabilidad en el deceso del niño, pero reconocen un "error" en no haber informado del incidente a la Fiscalía, entregando directamente el cadáver a la familia para que lo velara.
"Nosotros creemos que hemos cometido algunos errores: uno de ellos es que, efectivamente, entregamos el cuerpo del niño, en circunstancias en las que este proceso correspondía haberlo informado a la Fiscalía", dijo Jorge Cantero, director del recinto.
El caso "está en manos ya del fiscal de turno" y "hemos también instaurado un proceso administrativo".
"Lo que nos quedaba pendiente en el transcurso de la mañana era darles las explicaciones a la familia, al menos, de ese error", acotó Cantero.