Los hospitales de Alto Hospicio, Curicó y Biprovincial Quillota-Petorca, uno de mediana complejidad y dos de alta complejidad, aún no tienen autorización sanitaria para funcionar pese a que fueron terminados en 2021.
Según consignó El Mercurio, los tres recintos asistenciales significaron una inversión de 526 mil millones de pesos y beneficiarán a 765 mil personas que aún se mantienen en espera.
El subsecretario de Redes Asitenciales, Fernando Araos, señaló que "estos largos retrasos afectan el acceso a la salud de las peronas, que es lo más importante. Es por esto que hemos puesto prioridad en acelerar el proceso de resoluciones de estas obras que no han podido ponerse en marcha debido a que estas impiden obtener la autorización sanitaria".
Sobre las causas del retraso, la autoridad sanitaria señaló que "los contratos de obra no incorporaron de manera clara las exigencias de normativas sanitarias para el proceso de obtención de la autorización, y así, hay brechas y errores en instalaciones, por ejemplo, de puntos eléctricos para conectar equipamiento, déficit de lavamanos, fallas en proyectos de manejo de residuos, condiciones inadecuadas apra climatización, falta de oportunidad para realizar pruebas de equipos e integración de sistemas, entre otros".
Asimismo, Araos fustigó a la anterior administración y señaló que "este Gobierno no va a inaugurar hospitales ni centros de salud que no estén con su autorización sanitaria y listos para atender a las personas, que es para lo que han sido construidos".
Se espera que los tres recintos asistenciales estén recién operativos el primer trimestre del 2023.