Yasna Palmeiro, académica del Centro de Políticas Públicas UC, comentó en Cooperativa una investigación realizada por dicha casa de estudios respecto a la cantidad de personas cuyo fallecimiento es atribuible al aumento brusco de las temperaturas durante los últimos años.
La académica señaló que en 2017 y 2019 se registraron las dos olas de calor más extremas en Chile, y fallecieron 580 y 245 personas "adicionales" a un año normal; es decir, fueron "más de las esperadas", probablemente ligadas a este fenómeno.
"La población debe estar alerta y concientizada de que el calor extremo, 35 grados (por ejemplo), puede ser fatal para el vecino de al lado que tiene hipertensión o que sufre de otras cosas", dijo Palmeiro, que recomendó no "exponerse al sol ni realizar actividad física entre las mayores horas de calor, preferir estar en la sombra y tomar agua de manera constante".