La industria de las isapres registró pérdidas por un total de 138.117 millones de pesos en 2022, siendo el segundo año consecutivo en que marca un saldo negativo, siendo Cruz Blanca y Banmédica las prestadoras privadas de salud más afectadas.
Pese a lo anterior, el resultado del 2022 representa una leve mejoría comparado con las mermas por más de 148 mil millones de pesos del 2021, según cifras de la Superintendencia de Salud.
Las pérdidas que hubo el año pasado se explican porque, si bien la industria registró un alza de 12,3% en sus ingresos, totalizando 3,5 millones de pesos, los desembolsos que tuvieron que hacer para pagar las prestaciones de salud de sus afiliados, así como el pago de licencias médicas, se incrementó. Lo anterior, considerando que el costo de ventas de las isapres subió 12,3% en 2022, totalizando 3,4 millones de pesos, y un incremento de 19,4% en gastos de administración (375 mil millones).
Desde la Asociación de Isapres aseguraron a La Tercera que los resultados financieros de 2022 y 2021 están "marcados por los efectos de la Ley 21.350, que congeló los precios durante 27 meses en el sistema de isapres". Además, señalaron que este resultado constata que las isapres devuelven casi el 97% de las cotizaciones de los afiliados y que, respecto del uso de prestaciones, en 2022 destaca el incremento de las consultas médicas (13,1%); los medicamentos (11,1%); los exámenes de imágenes (8,8%) y las cirugías (6,2%).
El presidente del gremio, Gonzalo Simón, afirmó al matutino que "es difícil aventurar una proyección para 2023, porque la subsistencia del sector está en manos del Gobierno que debe definir una metodología de implementación del fallo de tabla de factores con una premisa clave: mantener el equilibrio de la operación, de modo que el funcionamiento de las isapres sea viable y no se perjudique a millones de personas con el cese de sus coberturas".
LAS ISAPRES CON MÁS PÉRDIDAS
En detalle, Cruz Blanca fue la isapre que más perdió durante 2022, anotando un resultado de -42.963 millones de pesos, seguida por Banmédica con -32.277 millones. Ésta última es actualmente la que tiene más beneficiarios, con 699.472 a enero.
Les siguieron Consalud (-26.563 millones de pesos) y Colmena (-26.031 millones). Mucho más atrás se ubicaron las mermas de Vida Tres (-8.306 millones) y Esencial (-2.528 millones).
La única que logró ganancias fue Nueva Masvida, ya que anotó utilidades por 551 millones de pesos.
En 2022, las isapres registraron la mayor salida de beneficiarios en más de dos décadas: el año cerró con 3.076.622 beneficiarios, un 5,3% menos que la cifra de 2021 (3.249.997). En concreto, se fueron 173 mil afiliados del sistema, convirtiéndose en la mayor baja interanual desde el 2000, cayendo a su menor nivel de beneficiarios desde 2012. Sólo en enero de este año salieron de las isapres el equivalente a un tercio del total de beneficiarios que se fue en todo 2022.
En el primer mes del año se registró una baja de 58.945 cotizantes y cargas en el sistema, un retroceso de 1,9% versus diciembre, la mayor caída mensual en más de dos décadas.
LOS PRONÓSTICOS DE FONASA
Desde Fonasa, su director Camilo Cid, detalló en radio Duna que el año pasado "fueron 380 mil personas que ingresaron a Fonasa, estas personas en un 90% eran de isapres", y que en los últimos dos meses "estamos viendo una migración de 111 mil personas, o sea, se ha acelerado".
"Uno podría estimar con esas cifras, que en el año podríamos tener 600 mil personas, sin embargo, no es descartable que pueda ocurrir una migración más de golpe por alguna situación crítica en el sistema de isapres", destacó, quien además puntualizó que la última vez que hubo una migración grande fue para "la crisis financiera global, en el año 2008 o 2009", aunque matizó con que ahora "ha sido más sostenido y de mayor profundidad, la salida de las personas de isapres ha significado un 5% de su cartera, eso es inédito, y en su mayoría han venido a Fonasa".
¿ESTÁ PREPARADO FONASA PARA RECIBIR A USUARIOS DE ISAPRES?
El doctor Osvaldo Artaza, ministro de Salud en el Gobierno de Ricardo Lagos, expuso que "las personas que se trasladan desde isapre al Fonasa no lo hacen para utilizar los hospitales públicos, sino para seguir utilizando prestadores privados a través de la modalidad de libre elección".
"Por tanto, no es que vaya a aumentar la presión sobre el sistema público. Lo que sucede es que las personas que se trasladan al Fonasa se van con su cotización y, por lo tanto, van con sus recursos", agregó.
En ese marco, "¿es capaz del sistema público de salud de recibir la demanda que podría venir desde las isapres o la migración que está ocurriendo desde las isapres?", preguntó el doctor Jaime Mañalich, titular del Minsal en los gobiernos de Sebastián Piñera.
"No es posible. No es posible antes de ese crecimiento de asegurados por Fonasa, toda vez que hay estas listas de espera. Como ha dicho el director de Fonasa, él tiene la convicción de que la mayoría de la gente que se traslada de isapre a Fonasa va a utilizar el mecanismo de financiamiento de Fonasa que se llama de libre elección", sostuvo.
Para abordar la crisis financiera de las isapres, se espera que a fines de marzo o inicios de abril el Minsal envíe al Congreso la prometida ley corta, que en sus lineamientos preliminares apuntaría a flexibilizar el pago de los excedentes, reforzar el Fonasa y dar mayores facultades al regulador.