El Ministerio de Salud dio a conocer modificaciones al decreto que rige la venta de medicamentos en farmacias y otros locales, que tienen como objetivo reducir el consumo excesivo de remedios entre los chilenos.
La ministra de Salud, Helia Molina, explicó que "nosotros como ministerio tenemos que preocuparnos especialmente de que el fármaco no sea considerado un bien de consumo, sino un instrumento válido fundamental cuando es recetado adecuadamente por el profesional y al paciente que corresponda".
La propuesta se refiere a la disposición de medicamentos de venta directa en góndolas, fraccionamiento de medicamentos, prescripción y receta, listas de precios y rotulado de precios, publicidad y promoción de productos farmacéuticos. Además hay exigencias para almacenes farmacéuticos, horarios de atención y turnos de farmacias.
Gran parte de estos aspectos buscan un uso racional de los medicamentos y desincentivar la automedicación.
"Chile es un país enamorado de los fármacos, es el país de América Latina que más se automedica", declaró la secretaria de Estado. Y agregó que más del 50 por ciento de la población toma sicofármacos, muchos de los cuales son conseguidos sin la receta del médico.
Por esta razón, indicó, "como ministerio nos hemos opuesto a que los medicamentos se puedan vender en el supermercado, porque eso implica que no hay ningún químico farmacéutico, ni ningún experto para dar algún consejo ni para solucionar preguntas, y porque también sentimos que favorece la cultura de la automedicación".
Prohibición de ofertas
Por su parte, el subsecretario Jaime Burrows dijo que el objetivo es desincentivar la adquisición indiscriminada de medicamentos por parte de los usuarios: "El primer y principal espíritu de la ley es disminuir el consumo de fármacos que tienen los chilenos. Los remedios no pueden ser tratados como un bien de consumo de supermercado, porque su uso produce daños a la salud y tiene una función específica".
"Por eso se han establecido parámetros para evitar asociar la compra de medicamentos con tarjetas comerciales del retail y de farmacias", añadió.
En cuanto a la publicidad, la propuesta la prohíbe para medicamentos con receta en establecimientos farmacéuticos o asistenciales. Además, se terminan las promociones de descuentos en el precio de listado u obsequios. También se prohíben las actividades como rifa, sorteos, premios, acumulación de puntos, bonificaciones, club de clientes y otras que fomenten la adquisición y el uso irracional de los medicamentos en los establecimientos farmacéuticos.