El líder de la Conferencia Episcopal reafirmó la negativa de la Iglesia Católica a la entrega libre de anticonceptivos a jóvenes, y reiteró que -a pesar del fallo de la Suprema- hay dudas sobre si la "píldora del día después" es abortiva.
El obispo Alejandro Goic, presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, aseguró que con su decisión del Gobierno de entregar anticonceptivos desde los 14 años a jóvenes, sin necesidad de autorización de sus padres, se está quitando a los progenitores un "derecho natural".
En tono desolado, Goic reiteró a El Diario de Cooperativa que "hubiéramos esperado otras noticias para el mes de septiembre y han colocado un tema que inevitablemente divide", en referencia a la decisión del Ministerio de Salud, que incluye la distribución de pastillas anticonceptivas, condones y Postinor-2, más conocido como la "píldora del día después".
"Cuando se dice que una muchacha de 14 años puede usar la píldora sin consultarle a sus padres, se está privando a los padres de un derecho que es natural. El padre y la madre son los primeros educadores de sus hijos y una adolescente requiere de la orientación de sus padres", señaló.
Además, el religioso reflotó el debate sobre el posible carácter abortivo del levonorgestrel -agente activo del Postinor-2-, pese a que la Corte Suprema, en noviembre de 2005, determinó que no era así.
"Esa es una discusión, a mi modo de ver, todavía no acabada", indicó Goic, obviando la decisión del máximo tribunal del país.
El sacerdote argumentó que "tenemos estudios de altas autoridades científicas a nivel mundial que considera que (la "píldora) puede ser, en algunos casos, abortiva. Algunos sostienen que no. Pero mientras no haya una claridad absoluta en lo científico, hay un principio que dice 'en la duda abstente'".
"Además nos preocupa el tema cultural. A adolescentes de 14 años se les dice, en el fondo ese es el mensaje que los muchachos captan, yo estoy en permanente contacto con los jóvenes: 'Tengan relaciones sexuales, total con la píldora resuelven el problema'. Y por eso el título de nuestra declaración", explicó sobre el texto "Hacia dónde camina Chile".
"¿Qué es lo que queremos, una sociedad donde los jóvenes banalicen la sexualidad? El punto es muy serio. Creo que una medida de esta naturaleza requiere de un diálogo sereno de todos los actores sociales buscando el bien común. Nosotros nunca nos vamos a oponer al bien común del país y los problemas hay que enfrentarlos. Pero la pregunta: ¿Es la mejor manera de enfrentarlos como se está haciendo?", se cuestionó.
"Hagamos el esfuerzo para satisfacer el anhelo más hondo y más profundo que anida en el corazón humano, de formar una familia estable", concluyó. (Cooperativa.cl)
