La dermatóloga Pilar Valdés señaló que "el agua remoja la piel y hace que la barrera cutánea" sea "mas permeable", lo que aumenta el riesgo de contagios.
La especialista Pilar Valdés, del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, instó a quienes sufren infecciones en la piel a evitar el uso de piscinas públicas debido a que ello aumenta la posibilidad de contagios.
"Si uno tiene una infección a la piel, al entrar el agua, el agua remoja la piel y hace que la barrera cutánea propia de uno sea mas permeable, entonces uno mismo se puede autocontagiar y también contagiar a las personas que están cercanas", dijo la dermatóloga en conversación con El Diario de Cooperativa.
Valdés asimismo instó a acudir a lugares debidamente acreditadas ante los organismos sanitarios pertinentes con el fin de evitar problemas, como puede ser una mayor concentración de cloro que la permitida, lo que genera irritaciones.
"Si (la piscina) está con cloro más alto de lo normal, infecciones no nos va a causar, pero sí nos va a causar irritaciones a nivel de la piel, de ojos y también en algunas mujeres a nivel genital", precisó.
La experta también advirtió la posible aparición de granuloma de piscinas, una infección cutánea crónica causada por la bacteria Micobacterium marinum, tras visitar recintos públicos.
"Esos aparecen unos días después y son unos pequeños nodulitos que parecen en las zonas que han estado sumergidas en el agua y ahí tienen que consultar a una persona idónea", señaló.
La dermatóloga asimismo llamó a evitar el baño en el mar cerca de zonas donde se descargan aguas servidas.
"(Hay que) evitar desagües de aguas servidas, letrinas, que no sean aguas estancadas ya que "esos no da la seguridad de que el agua es más bien limpia, que tiene bacterias pero en una concentración que en un humano normal es capaz de defenderse bien", señaló.
