Durante el 2020 en Chile se diagnosticaron 5.331 casos de cáncer de mama y murieron 1.674 personas con patologías relacionadas, esto según datos de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer.
El cáncer de mama es curable en casi todos los casos, siempre y cuando se diagnostique en etapas tempranas. Por ello la recomendación es chequearse periódicamente, pero ¿sabemos qué tipo de mamografía nos debemos hacer y cómo podemos prevenir la enfermedad?
"La mamografía en sí es una sola, pero existen diferentes técnicas de este examen. Algunas son más nuevas, como la mamografía digital, la mamografía con tomosíntesis (avanzados rayos X) y la mamografía con contraste. Tanto la digital como la con tomosíntesis se usan en pacientes asintomáticos como tamizaje (pruebas de detección). En cambio la con contraste tiene indicaciones particulares para pacientes de alto riesgo con sospecha de patología mamaria maligna, y debe ser solicitada por el especialista", explica la médica radióloga de la Universidad Católica María Eugenia Navarro.
Sin embargo, este examen tiene tres problemas: es caro, la lista de espera tiene un tiempo mayor en el sector público y hay pocos especialistas. Ante eso, el instituto Milenio iHEALTH junto a equipos de radiólogos e investigadores financiados por FONDEF, está trabajando para mejorar la calidad de las imágenes, disminuir los falsos negativos y priorizar exámenes con ayuda de Inteligencia Artificial (IA) para solucionar en parte estos contratiempos.
Steren Chabert, investigadora principal de iHEALTH y académica de la Universidad de Valparaíso, asegura que "vemos que hay pocos radiólogos especialistas en mamografía disponibles en Chile y pocos equipos mamógrafos instalados, por lo que estamos desarrollando una herramienta que sirva para los radiólogos para aplicar IA a las imágenes y ayudar a disminuir los falsos negativos y que ningún cáncer pase de largo. Esto servirá como herramienta para priorizar el análisis de las imágenes y entre tantos exámenes, poner encima de la pila los exámenes que deberían informarse primero".
"Esto va de la mano con otra herramienta que queremos desarrollar, que apunta a cuidar el tiempo de los especialistas. La idea es generar los informes de manera más rápida, acelerando el proceso para priorizar los exámenes y priorizar el diagnóstico. Por lo mismo estamos trabajando también con los metadatos, que son datos adicionales de los pacientes como antecedentes familiares u otros fuera de las imágenes, que nos permitan tener una mirada más integral", agrega.
¿Se puede prevenir la enfermedad?
Según la opinión de los especialistas, no existe una prevención de la enfermedad propiamente tal, ya que los factores de riesgo no son tan nítidos como lo es, por ejemplo, la asociación de cáncer de pulmón con el tabaquismo.
En el cáncer de mama, se ha demostrado relevancia de riesgo en factores como la carga genética, historial familiar, edad y exposición a radioterapia. Es por ello que la principal recomendación es la detección temprana.
"Hay que realizarse las mamografías de screening (o de cribado), cuyo propósito es detectar una anomalía lo más tempranamente posible. No es prevención, porque si el cáncer se va desarrollar, el hecho de sacarse una imagen no cambiará nada, pero lo que cambia en forma muy relevante es el hecho de poder ver la enfermedad temprana y tratarla. Si se detecta tarde es mucho más difícil combatirla eficazmente" comenta la investigadora iHEALTH.