El parlamentario DC apunta a que el requisito -hoy obligatorio- debe concretarse sólo cuando haya dudas sobre la edad del comprador.
El gremio de las botillerías reclama que suelen sufrir "amenazas de muerte y violencia física cuando se exige la cédula".
A dos años de que entró en vigor la nueva ley de alcoholes, y en medio de las quejas del gremio de botilleros, el senador DC Iván Flores presentó un proyecto de ley que modifica la exigencia de cédula de identidad para comprar bebidas alcohólicas.
La idea del parlamentario es que el documento se solicite sólo cuando quien atiende el establecimiento tenga duda "razonable" respecto de la mayoría de edad del comprador.
El legislagor contextualizó que "la ley establece la obligación legal, so pena de presidio o una multa bastante grande de hasta 10 UTM (más de 630 mil pesos), a aquella persona que expenda alcohol a menores de edad; y no establece a quiénes efectivamente se les debería exigir" el carnet.
Por ello, "hoy cualquier cajero no se puede exponer a una fiscalización o denuncia de que no exigió el carnet o algún documento que acredite la mayoría de edad, y lo tiene que pedir", apuntó.
"Los trabajadores de los recintos en que se venden bebidas alcohólicas reciben, injustamente, quejas y en muchas ocasiones malos tratos de parte de los clientes por cumplir con la normativa vigente, pues de no hacerlo, arriesgan su trabajo", relató.
Flores sostuvo en ese marco que, "desde el punto de vista de la autonomía de las personas, es sabido que desde los 18 años se pueden adquirir todas las sustancias lícitas que la ley consigne como tales, independiente de su nocividad, pues el objetivo de requerir cédula de identidad no es desincentivar el consumo de alcohol, sino que corroborar que el comprador tenga la edad mínima requerida para poder hacerlo".
"Esta situación se encuentra también en la comercialización de cigarrillos, que son vendidos sin necesidad de requerir un documento de identificación a los mayores de edad, pero en caso de dudas, el vendedor puede corroborarlo pidiéndole al comprador exhibir su cédula. Resulta entonces arbitrario que se exija la exhibición de un documento de identificación para una transacción comercial perfectamente lícita y para otra no", recordó.
Marcial Pérez, presidente de la Asociación Gremial de Dueños de Botillerías, afirmó que "desde que se implementó la ley, ha sido para nosotros un fracaso absoluto y de mucho problema para los dueños de botillerías".
"Hay amenazas de muerte, amenazas verbales y violencia física cuando se exige la cédula. En las imágenes que hemos presentado en varios medios de comunicación se ha visto la exigencia de la cédula no ha sido bien recepcionada por la gente. En el norte del país, donde el aumento de la gente extranjera ha sido fuerte, se concentran mayormente los episodios de agresión, y después viene la Región Metropolitana", expuso.
El diputado Miguel Mellado (RN), presidente de la Comisión de Economía de la Cámara Baja, apoyó la idea de que "efectivamente se pida carnet si la persona no tiene algunos rasgos, no sé, arrugas en la cara", que den cuenta de que es adulta.
En ese sentido, "uno se da cuenta cuándo es adulto, pero lo que no se quiere es que haya una venta indiscriminada a niños, niñas y adolescentes".
Por eso, "estamos viendo si hay orilla para modificar eso, lo hemos conversado informalmente con el ministro de Economía (Nicolás Grau) y otros parlamentarios, y no hay mucha orilla", comentó; no obstante, analizará el tema en la comisión "para ver si avanzamos en alguna indicación para mejorar la redacción que tiene esa ley".
La ley establece que "el que vendiere, obsequiare, ofreciere o proporcionare cualquier compensación, directa o indirecta, o suministrare bebidas alcohólicas, a cualquier título, a un menor de dieciocho años, en alguno de los establecimientos", será sancionado con prisión en su grado medio -21 a 40 días- y multa de 3 a 10 unidades tributarias mensuales.
