Los médicos del Hospital San Borja Arriarán se enfrentaron a un extraño tipo de embarazo que, por lo inusual, será dado a conocer a la comunidad científica internacional.
La protagonista del caso es María de Los Ángeles Velásquez, colombiana de 19 años, quien acudió al recinto hospitalario con un embarazo de 30 semanas para tomarse una ecografía debido a que el feto no subía correctamente de peso.
En la revisión de las imágenes, el especialista consideró que podría tratarse de un embarazo abdominal, es decir, que el feto se alojó fuera de la cavidad uterina, por lo que la mujer fue hospitalizada para ser sometida a una cesárea.
Un gran "útero rudimentario"
Si ya la hipótesis diagnóstica del equipo obstétrico era algo extraña y de baja probabilidad, lo que se encontraron fue aún más llamativo.
El médico Jaime Sáez, líder del equipo que vio este caso, detalló que "al momento de la cirugía, lo que encontramos fue un útero rudimentario, lo que se llama útero didelfo o bicornio, conectado muy abajo con el otro útero".
"Hacia el lado izquierdo un gran útero rudimentario, con una capa muy delgadita, que abrimos, sacamos al bebé, la placenta estaba adentro y después tuvimos que hacer una desconexión de este segundo útero", añadió el especialista.
"En 30 años, nunca se había visto un caso así"
Según Sáez, en casos de este tipo normalmente la mujer no se embaraza o se generan abortos espontáneos, por lo que se trata de un caso excepcional.
"En 30 años, nunca se había visto un caso así. Se había visto uno o dos casos de embarazo abdominal, pero no un embarazo viable en un útero bicornio", sostuvo el médico, quien añadió que la paciente quedó con un útero con un cuello, perfectamente distinguible, con su ovario del lado izquierdo normal, por lo que puede seguir con su vida normal y volver a embarazarse a futuro.
Según publica El Mercurio, el equipo médico está reuniendo toda la evidencia del caso para presentarlo a la comunidad internacional, considerando que en Chile no hay reportados otros embarazos de este tipo.
"Vamos a publicar en una revista científica para alertar a los colegas si mañana les toca algo así. En la literatura prácticamente no hay casos así descritos y uno puede aportar con la experiencia", explicó Jaime Sáez.
El bebé, llamado Maximiliano, nació el pasado 25 de abril, pesó 1.130 gramos, midió 41 centímetros, y se encuentra en la UTI de la Unidad de Neonatología, creciendo sin problemas, siendo visitado a diario por sus padres, esperando el alta.