Estudio sobre satisfacción a usuarios entregó las bases para elaborar un ranking piloto.
Se buscará que los recintos mejoren la calidad que se entrega a los pacientes.
La Superintendencia de Salud elaboró una encuesta que permitirá medir a todos los prestadores del país, tanto públicos como privados, respecto a la calidad y la satisfacción que brindan, que dará pie a un ranking.
E
llo tras realizar un estudio de satisfacción a usuarios que servirá de base para realizar un plan piloto durante el primer semestre de este año y, luego se masificará la encuesta para incorporar a la totalidad de los hospitales, clínicas y centros de salud.
El superintendente de Salud, Luis Romero, señaló que este ranking de evaluación para el sector público y privado motivará a que los centros de atención mejoren su calidad en la entrega de los servicios.
"Una vez que se comienzan a medir todas las características, los hospitales ninguno quiere ser el más malo, todos quieren ser el mejor y hay hasta un orgullo de cada uno de los hospitales y eso ha ido mejorando con el tiempo", indicó.
"El ranking nosotros pensamos ya tener un piloto un primer semestre de este año, piloto en Santiago y después vamos a ir expandiéndonos", agregó.
Los resultados del estudioLos pediatras tuvieron la mejor evaluación, en cambio los entrevistados se quejaron de los auxiliares de enfermería, señalando que cuando reclaman en los centros de salud siempre reciben malos tratos.
En el informe cualitativo, que buscaba reunir información para mejorar los servicios que reciben los usuarios en la salud pública y privada, fueron consultados pacientes entre 18 y 70 años, que tuvieron la experiencia de pasar por un pabellón quirúrgico.
Estos, a través de entrevistas en profundidad, revelaron que los chilenos privilegian el trato humano y la rapidez en la entrega de los servicios por sobre criterios como la infraestructura de los centros de atención.
El ministro de Salud, Jaime Mañalich apuntó a que desde 2011 el sistema de financiamiento para los hospitales públicos busca fiscalizar que estos cumplan con entregar un trato digno a los pacientes.
"Cuando un hospital determinado es evaluado por los usuarios de mala forma, eso significa una cosa súper concreta, una señal nítida: los funcionarios de salud de ese hospital van a ganar menos dinero a fin de año. Súper claro. Y segundo, ese hospital tiene menos posibilidades de ser acreditado y en la Ley Auge implica que si no es acreditado por la Superintendencia, ese hospital no puede recibir pacientes Auge", dijo.
"Y en la Ley de Derechos, una vez promulgada, eso se extiende a todas las prestaciones de salud pagadas por Fonasa, o sea Fonasa no va a financiar atenciones de salud para un hospital que se comporta en forma grosera, inadecuada".
