Doctor Gonzalo Urcelay señaló que el problema radica en infraestructura y capacidad de conservarlos.
Corazón artificial permitirá que Felipe Cruzat gane seis meses para hallar un donante.
El cardiólogo y pediatra clínico de la Universidad Católica, Gonzalo Urcelay, señaló que la carencia de órganos para trasplantes tal vez no pase por la falta de donantes, sino que muchos de ellos se pierden al no tener condiciones de preservación y traslado.
"Es probable que en nuestro país haya muchos probables donantes con familias dispuestas, pero que pueden ocurrir en ciudades pequeñas, pueblos o postas donde no hay ni un neurólogo que certifique la muerte cerebral de un médico, ni tampoco esté al alcance de médicos que hagan una adecuada preservador de órganos", dijo.
"Posiblemente, muchos órganos se pierden, no por un problema de donación, sino por un problema de poder captarlos", afirmó el médico a Una Nueva Mañana.
Urcelay estima que la ley que se está tramitando en el Congreso al respecto "lo que pretende es intentar conseguir un mayor número de donantes, pero que el problema no está ahí, está radicado a nivel de organización", como infraestructura y gestión.
El cardiólogo lamentó la difusión en la prensa de la información sobre posibles donantes, que debiera ser canalizada a través de la Corporación y los canales correspondientes, ya que "es un proceso que es individual y que está en la conciencia de cada familia, y no debiera ejercerse en ningún tipo de presión externa".
Costos y ventajas
Urcelay admitió que el corazón artificial que traerán para Felipe "es un sistema complejo, caro, implica tener un equipo entrenado que sepa cómo operarlo muy bien", pero "les abre una nueva ventana de tiempo, permite que Felipe se recupere un tiempo de su problema renal y hepático", ganando hasta seis meses más para hallar un donante.
Esta alternativa, señaló, siempre estuvo contemplada "pero teníamos la esperanza de que pudiésemos trasplantarlo en los meses de verano, sin embargo eso no fue así".
El cardiólogo Urcelay señaló que la baja demanda de este aparato es la razón por la cual éste debe traerse de Argentina, pero "puede ser que a raíz de este paciente y de la necesidad de tener que usar este sistema, nosotros nos veamos obligados a contar con él o por lo menos tener la posibilidad de usarlo con más frecuencia".
En la medida en que en el país se realicen mas trasplantes cardiacos en niños, habrá que evaluar "si como país nos veamos en la necesidad de contar con un programa de asistencia circulatoria", explicó el médico.
