Francisca, de 11 años, permanece estable dentro de su gravedad en el Hospital Clínico UC.
"Es una luchadora", señaló su madre, Paula Vergara.
En un milagro confía la familia de la pequeña Francisca Ovalle, de 11 años, para lograr antes del jueves un donante de corazón que permita salvar la vida de su hija.
La pequeña permanece internada desde hace 11 días en el Hospital Clínico UC, en donde está conectada a un corazón artificial que la mantiene con vida, aunque los médicos sólo dieron plazo hasta el jueves para que permanezca en esa situación.
"Es una niña luchadora", relató su madre Paula Vergara, quien detalló que el órgano donado debe corresponder a una persona que pese entre 30 y 60 kilos.
"Va a surgir (el milagro), tengo toda la fe de que sí", señaló la mujer en conversación con El Diario de Cooperativa.
Añadió que "la Francisca siempre ha estado consciente. Está sedada, pero nunca ha perdido el conocimiento y siempre me ha escuchado lo que hablo".
La niña sufre de una miocardiopatía dilatada con compromiso renal y hepático, por lo que un nuevo órgano es su única salida para seguir viviendo.
