La familia de una mujer de Maipú que necesita urgente un trasplante de riñón para salvar su vida pidió ayuda para concretar la operación, que ya cuenta con una donante disponible, pero que ha sido suspendida en varias ocasiones.
La paciente, Carolina Herrera, de 38 años, hace 14 que se dializa tras un infarto renal. En mayo de este año perdió la última fístula y, pese que una opción para este problema es la instalación de un catéter femoral, se trata de un sistema complejo que si se llega a tapar podría envenenar el resto de sus órganos.
Brígida Acevedo (35), media hermana de Carolina, se ofreció a entregar el órgano de forma voluntaria.
Según relató el medio digital La Voz de Maipú, la búsqueda de la joven por un trasplante comenzó cuando en 2010 se le ofreció la posibilidad en el Hospital San Borja Arriarán para que ingresara a la lista nacional para órganos de donantes fallecidos.
Primero, la esperada operación, que se concretaría en el Hospital Barros Luco (dado que el San Borja no realiza estos procedimientos), fue congelada luego de que Carolina comenzará a presentar cuadros febriles y se le detectara que para poder llevar a cabo la intervención tenía que tener un peso óptimo.
Luego, el trasplante fue cancelado luego de sufrir un absceso en el pulmón izquierdo, detectado durante el estudio del procedimiento.
La última suspensión del procedimiento ocurrió tras el incendio en el Hospital San Borja Arriarán, registrado en enero pasado.
La mamá de Carolina trató de comunicarse con el director del recinto para poder acelerar el proceso, pero todavía no le dan respuesta.
"Yo entiendo que el hospital a lo mejor tiene problemas y no los pueda tomar, a lo mejor están mandándoles afuera, yo eso lo entiendo perfectamente bien, pero por último que me entreguen esas órdenes pendientes para poderlas tomar en forma particular", abogó la mujer.
"Con el sueldo que yo gano, al llevar a mi hija a una clínica particular y que le hagan el trasplante ahí cuánto saldrá, 60 o 70 millones. Aunque vendiera la casa, igual no me daría para poder hacerle un trasplante de forma particular", cerró la progenitora.
FUERA DE LA LISTA
Según el reportaje, para ingresar a la lista nacional para órganos de donantes fallecidos, el Instituto de Salud Pública (ISP) exige que todos los meses a la paciente debe llevar sus muestras de sangre para que se mantenga en esta nómina.
De acuerdo a la publicación, el instituto hizo una excepción con Carolina, dada las dificultades de ella para movilizarse al recinto, sobre todo el contexto de pandemia, por lo que le permitían que las muestras se le sacarán del centro de diálisis según el protocolo.
"Durante los últimos seis meses se estuvo haciendo de esta forma, hasta que después detectamos que el hospital la había desactivado por un error administrativo, por lo tanto, ella no había figurado los últimos seis meses en el listado nacional", relató su madre, Verónica Villegas.
Debido a esto, la mujer decidió optar por un plan B y entrar ella misma en el estudio para poder donar su riñón. Así, llegaron hasta donde Brígida.
La madre de la joven ha enviado numerosas cartas y ha conversado con diferentes autoridades políticas para poder presionar por el drama en el que se encuentra su hija y que necesita una pronta solución, pero todavía no recibe respuesta.