Familia de estudiante de enfermería fallecida donó sus riñones y su hígado.
Corporación del Trasplante comentó alcances de la nueva ley.
La noche de este domingo un avión trasladó un riñón y un hígado desde la Región del Biobío hacia Santiago, donados por los padres de Camila Moscoso de 22 años, estudiante de segundo año de enfermería que falleció a causa de múltiples derrames cerebrales.
La joven presentó fuertes dolores de cabeza y fue llevada hasta el Hospital Base de Los Angeles, donde se le diagnosticó un aneurisma cerebral, que derivó posteriormente los derrames cerebrales que le provocaron la muerte en la madrugada del sábado.
Fue así como su padre, Ricardo Moscoso, prefecto de la PDI de Los Angeles, decidió junto a su mujer, Verónica Camposano, donar los órganos de su hija.
Un riñón quedó en Concepción, en el Hospital "Guillermo Grant Benavente", mientras el otro fue derivado al Hospital "San Juan de Dios" y el hígado se fue al hospital "Luis Calvo Mackenna".
Por su parte, para el director médico de la Corporación del Trasplante, José Luis Rojas, aseguró que con la promulgación de la nueva ley de donación, los datos de donantes y receptores serán confidenciales.
"La nueva ley de trasplantes habla expresamente de la confidencialidad de los datos de los donantes y de los receptores y por lo tanto una vez promulgadas no se conocerán los datos específicos de las identidades y podremos tener datos tangenciales de la donación y los trasplantes que se realicen", señaló.
