La doctora en farmacología e integrante del ObservaTox de la Universidad de Valparaíso, Carolina Campos, explicó este miércoles en Cooperativa cuál es la importancia real de las vacunas y cómo la evidencia científica ha logrado erradicar algunos mitos.
Todo esto, en el marco la campaña del Ministerio de Salud contra el sarampión, como medida de prevención frente a los casos importados del virus. El llamado es a reforzar o poner al día la vacunación de las personas nacidas entre 1995 y 1999, de edades entre 20 y 24 años 11 meses y 29 días.
La especialista criticó las campañas de desinformación en la Internet y las redes sociales difundidas por grupos antivacunas y advirtió que la tendencia creciente de padres que deciden no inmunizar a sus hijos lleva al resurgimiento de ciertas enfermedades.
"El problema es que estos grupos antivacunas que siembran esta moda están generando un problema bastante grave que antes no teníamos, y es que están ocurriendo casos de muertes por la no vacunación. Es como retroceder 100 años", alertó la experta en diálogo con el trasnoche de Cooperativa.
Frente a esto, indicó que "la historia nos demuestra que los beneficios de la vacunación han sido, por lejos, una de las mejores herramientas de la salud pública en cuanto a la reducción de enfermedades y en reducción de muertes por agentes patógenos".
¿Son seguras las vacunas?
Durante la conversación, la doctora Campos resolvió algunas de las preguntas más frecuentes sobre inmunización y seguridad de las vacunas, enfatizando que sí son seguras.
Todas las vacunas aprobadas son sometidas a pruebas rigurosas a lo largo de las diferentes fases de los ensayos clínicos y los científicos siguen constantemente la información procedente de diferentes fuentes en busca de indicios de que pueda tener efectos adversos.
La facultativa explicó que la mayoría de las reacciones a las vacunas son leves y temporales, tales como el enrojecimiento o el ardor en el lugar de inyección o la febrícula.
De hecho, es mucho más fácil padecer lesiones graves por una enfermedad prevenible que por una vacuna (por ejemplo, el sarampión puede causar complicaciones graves, como encefalitis y ceguera).
La historia de cómo nació el mito del vínculo entre vacunas y autismo
La doctora Campos, además, analizó la historia de cómo nació el mito del vínculo entre las vacunas y el autismo.
En 1998, "aparece un estudio que habla sobre la relación entre las vacunas que tienen timerosal (un componente antibacterial que está presente en algunas inoculaciones) y el autismo. Después se supo que estaba totalmente errado ese estudio, de hecho el médico que lo publicó perdió su licencia por haber falseado datos, por haber hecho un trabajo poco riguroso", explicó la experta.
Efectivamente, Andrew Wakefield, autor del estudio que generó una ola de desconfianza internacional cuyos efectos reverberan hasta hoy en día, fue declarado "no apto" para el ejercicio de la medicina.
Sin embargo, fueron necesarios muchos años para que sus teorías fueran desmontadas y para que el vínculo entre el autismo y las vacunas fuera descartado por la comunidad científica.
En 2004, el Instituto de la Medicina de EE.UU. concluyó que no había pruebas de que el trastorno neurobiológico del desarrollo estuviera relacionado con el timerosal.
"En todos los reportes de la (Organización Mundial de la Salud) OMS -incluso, lo tiene muy categóricamente explicitado en su página web-, está totalmente descartada toda relación entre el autismo y las vacunas que tienen timerosal", recalcó la doctora.
Finalmente, la doctora remarcó que los dos motivos principales para vacunarse son protegernos a nosostros mismos y proteger a quienes nos rodean.
"No está en riesgo sólo la persona que no se vacuna, sino que pone en riesgo también a otra parte importante de la población", concluyó.