El caso del matrimonio nacional detenido en Perú puso sobre el tapete este tema.
Ambas alternativas no están reguladas en nuestro país, pero un proyecto de ley busca hacerlo bajo un carácter "altruista".
La "maternidad subrogada" y los "vientres de alquiler" son dos casos que tienen diferencias sustanciales.
Alta preocupación ha provocado en nuestro país la situación del matrimonio chileno que fue detenido por supuesta trata de personas al intentar salir de Perú con dos guaguas nacidas de un "vientre de alquiler".
Rosario Madueño y Jorge Tovar concibieron a los mellizos mediante maternidad subrogada a una mujer peruana, luego de varios intentos fallidos de ser padres en los últimos años.
Ambos fueron excarcelados el fin de semana y recuperaron a los niños luego de que las pruebas de ADN confirmaran que Tovar es el padre biológico. Sin embargo, deberán permanecer en Perú, con arraigo nacional, investigados por el delito de falsedad ideológica.
La mirada médica
Ante esta compleja situación, vale la pena posar los ojos en nuestro país para conocer cómo se aborda el tema.
El presidente de la Sociedad Chilena de Obtetricia y Ginecología, Ricardo Pommer, explica en primer lugar las distinciones que se deben hacer con los conceptos de "vientre de alquiler" y "maternidad subrogada", que tanto se han usado en la prensa para el caso de la pareja chilena.
"Quienes hacemos medicina reproductiva hacemos una diferencia bastante importante", dice.
Cuando se trata de personas que quieren tener un hijo, pero no llevar un embarazo, "en el fondo como una cosa más bien consumista, o de una mujer que está a punto de pasar de un grado académico a otro, de un trabajo a otro, o de una modelo que no quiere estrías", en ese caso se opta "por arrendar un útero", a lo que se le llama "vientre del alquiler".
"Distinto es quien quiere (hijos), pero no puede (concebir)", apunta Pommer, aclarando que a eso "le llamamos útero subrogado", como sería el caso del matrimonio Madueño-Tovar.
La postura legal
La abogada y académica de la Universidad Católica, María José Gassibe, explicó que "la regulación que tenemos es del Código Civil, que dice que los padres la filiación queda determinada por aquellos padres que se someten a tratamientos de fertilización, pero eso no incluye el vientre de alquiler".
"Esa norma, que es el 182 del Código Civil, está referida específicamente a los temas de inseminación, la fertilización in vitro. Se hizo y se pensó en un momento distinto (...) la maternidad está determinada por el parto", añadió.
Proyecto quiere fijar norma "altruista"
En esta materia, en Chile están normadas la inseminación artificial, la fecundación in vitro y la donación de óvulos, pero no la "maternidad subrogada" o los "vientres de alquiler", con los cuales se ha desarrollado una especie de "industria".
Regular estos últimos dos casos es lo que busca un proyecto que fue ingresado en enero al Congreso, que pretende eliminar que se recurra a esas alternativas por motivos "comerciales".
La diputada PPD Loreto Carvajal, una de las impulsoras de la iniciativa, explica que la idea es que, "por razones médicas u otras, tal vez se podría abrir esa discusión, pero en el principio (la intención) era ante la imposibilidad de las parejas (de concebir), abrirse a la posibilidad de que una tercera persona, una mujer", lleve el embarazo, "pero con ánimo altruista y no que haya pago de por medio".
