La ministra de Defensa, Maya Fernández (PS), volvió a referirse públicamente a la fallida compraventa de la casa de su abuelo, el derrocado presidente Salvador Allende (1970-1973), y enfatizó no haber "recibido un peso" del Estado por dicha operación.
Antes de partir junto al Presidente Gabriel Boric a una gira por la Región del Biobío, la secretaria de Estado realizó una vocería desde las dependencias de su cartera, en la que admitió que existía una imposibilidad constitucional para que ella tomara parte del proceso.
Éste fue paralizado y "nunca hubo traspaso de recursos. Eso no ocurrió", enfatizó Fernández.
"A manera personal, desde que murió mi madre y heredé lo que le correspondía a ella, con mi hermano, jamás he recibido un peso por esta casa. Quiero decirlo, es importante, tiene que ver con mi historia", remarcó.
La secretaria de Estado señaló que ella estaba de acuerdo con la idea planteada por el Gobierno de convertir el inmueble en un museo, por lo que dio un mandato mediante patrocinio legal para que se avanzara en ese proceso.
"Siendo ministra de Defensa, yo no podía estar involucrada en el proceso. Por eso, se hace un patrocinio, un mandato a un abogado, quien llevó adelante los procedimientos que tenían que ver con aspectos técnicos o cosas propias de la casa", explicó.
"Nunca participé de reuniones, porque no corresponde, como tampoco estuvo involucrado el equipo de Defensa, porque no corresponde". De todas formas, reconoció que "el proceso no fue bien llevado".
Finalmente, negó estar pensando en abandonar su cargo: "Yo estoy acá porque me ha nombrado el Presidente de la República, y estaré hasta el momento que él lo decida".