Un periódico electrónico brasileño reveló que el gobierno brasileño conocía desde un mes antes del golpe militar de 1973 que derrocaría al presidente Salvador Allende.
Según Carta Maior, documentos secretos del Ministerio de Relaciones Exteriores, redactados por el Centro de Información Exterior (CIEX) -servicio secreto creado por la dictadura brasileña para respaldar actuaciones contra regímenes marxistas-, fueron abiertos a consulta pública en los Archivos Nacionales.
El medio expone una serie de informes en los cuales se establece el conocimiento en Brasil sobre los planes golpistas de las fuerzas armadas.
El 8 de agosto de 1973, 35 días antes del golpe de Estado, el Informe N º 389, sin firmar, advirtió a la dictadura brasileña que los militares chilenos de alto rango habían celebrado una reunión secreta, seis días antes, en la base aérea de El Bosque en Santiago, para examinar "las diversas medidas adoptadas por los militares brasileños en la revolución del 31 de marzo de 1964, para determinar que esa experiencia podría ser útil para Chile".
Las informaciones conocidas en BrasilEntre los documentos mencionados se señala que poco antes del golpe "hay un verdadero consenso de los agentes de las fuerzas armadas chilenas en el sentido de que la única solución a la intervención militar del país, pero el problema sigue siendo el de un liderazgo efectivo para el movimiento".
"Es inevitable llegar a la conclusión de que un movimiento armado contra el gobierno marxista de Salvador Allende es inevitable, pero tanto puede ocurrir en los próximos días, como en el largo plazo", señala otro de los documentos.
El 13 de agosto, el informe N º 396 planteó la insatisfacción de las Fuerzas Armadas con el nombramiento de cuatro oficiales militares en el Gobierno de Allende.
"Consideran que los militares que Allende tendría con esta maniobra, dirigida a un doble objetivo: ganar tiempo para la izquierda, continuar fortaleciendo y conducir a la desmoralización de las fuerzas armadas", dice el documento.
Finalmente el Informe N º 402 del 20 de agosto, es fundamental para demostrar la proximidad autoridades de los insurgentes brasileños diplomáticos y militares, que planeaban el golpe de Estado.
Según CIEX, fue posible observar una preocupación generalizada en la Armada y Fuerza Aérea. La excepción fue el ejército chileno, debido al fuerte respeto jerárquico de la figura del general Carlos Prats y cinco o seis generales de los partidarios del régimen o los defensores de la tesis legalista.
"En este contexto, fuentes de buena reputación y bien informadas consideran un posible resultado en los próximos días, posiblemente, que culmine con la caída del gobierno de Allende", señala el medio.
Apoyo al régimen militar
Esto se suma al ya conocido apoyo financiero y diplomático que realizó el régimen militar brasileño (1964 - 1985) al golpe de Estado de Augusto Pinochet, según cables de la Cancillería brasileña divulgados por el diario Folha de Sao Paulo a fines del año pasado.
Los telegramas entre la embajada de Brasil en Santiago de Chile y Brasilia revelaron que la dictadura brasileña le ofreció un amplio apoyo a Pinochet en sus primeros años de Gobierno.