En condiciones deplorables fue clausurada una vivienda del histórico barrio El Morro en Iquique que funcionaba como residencial y atendía, principalmente, a personas en situación de calle.
La medida fue adoptada por la Seremi de Salud de Tarapacá tras una serie de denuncias de los vecinos del sector, que hace ocho años lidian con los residentes transitorios de la casona ubicada en Thompson #120.
"Aquí se denunció microtráfico, basura acumulada, vectores y ratones", señaló el gobernador de Iquique, Álvaro Jofré, quien contó que al interior de la propiedad había "un olor horrible, realmente fétido".
"La gente en estas condiciones no puede seguir viviendo. Además, es un riesgo inminente para los vecinos ya que están colgados de todas partes (a los servicios)", indicó Jofré.
La vivienda, que actualmente se encuentra en venta, era custodiada por una administradora, que arrendaba piezas por 1.500 pesos la noche a gente en situación de calle.
Según el seremi de Salud, Manuel Fernández, dicha actividad "no puede seguir adelante, debido a que (el inmueble) no tiene conexión ni a agua potable ni a alcantarillado".
Por otro lado, "cuando se les notificó a los dueños de la casa tampoco nunca se acercaron hasta las oficinas" de la Seremi.
Diez personas fueron desalojadas de la propiedad, además de un perro pitbull y otros tres canes, que fueron fueron derivados al canil muncipal. Tras el desalojo, los habitantes de la casa se instalaron en una vivienda ubicada en calle Covadonga.