El alcalde de La Florida, Rodolfo Carter, encabeza este jueves la demolición de una "narco casa" emplazada en esa comuna, la primera de al menos 20 viviendas vinculadas con actividades delictivas que el municipio busca echar abajo.
Según lo indagado por la Unidad de Análisis Criminal y la Fiscalía de Alta Complejidad de la Fiscalía Oriente, está comprobada la existencia de delitos en tales inmuebles, que serán destruidos "como parte del plan de recuperación de barrios" comunal, precisa la alcaldía.
Esta casa en particular -que aparentemente pertenece a la expareja de uno de los líderes de la banda "Los Macacos"- se ubica en José Miguel Carrera con Monseñor Carlos Casanueva, hasta donde llegó Carter para persuadir a sus ocupantes a abandonarla voluntariamente y así dar paso a la demolición.
Casi tres meses después de que fuera allanada por la policía, 160 funcionarios municipales iniciaron la demolición cerca de las 10:40 horas, mientras que personal del SIP y del OS7 ingresó al domicilio con unidades caninas, y si bien no encontraron drogas, incautaron una pistola a fogueo.
De acuerdo a Carter, este operativo está justificado debido a que la propiedad cuenta con ampliaciones ilegales: "Cuando recibe la denuncia de una construcción irregular del Ministerio Público, que lo puso en conocimiento, el director de Obras -en virtud del artículo 150 de la Ley General de Urbanismo y Construcción- notifica al alcalde que debe derribar la casa, y eso fue lo que hizo: me notifica a mí y yo decreto la demolición", recalcó.
En la previa, el jefe comunal aseveró que "comenzamos una jornada que será histórica y marcará un precedente en las atribuciones y el trabajo de las Municipalidades ante el crimen organizado y el narcotráfico que ataca los barrios de gente honrada en nuestro país".
ARRENDATARIA DIJO DESCONOCER VÍNCULO CON EL NARCO
Según la SIP de Carabineros, que vigiló el domicilio durante semanas, cuatro adultos y un menor de edad lo ocuparon recientemente, pero en esta jornada los funcionarios se encontraron con una pareja de arrendatarios de nacionalidad peruana, así como cuatro menores.
Consuelo, una mujer que dice ser arrendataria hace un año, afirma "no tener idea de nada" de los supuestos vínculos narcos de los propietarios.
"Qué terrible, esto no se lo doy a nadie. No sé dónde van a llevar mis cosas", dijo a los periodistas presentes en el lugar.
Al interior del inmueble había una vistosa abundancia de animales y muñecos inflables que, según la arrendataria, correspondían a un emprendimiento de animación de cumpleaños infantiles.
Aunque recibieron la orden de desalojo el 25 de enero, la mujer reprochó el operativo: "Hago eventos de animación para niños; mi negocio está enfocado a todo lo que es eventos. Lo que se llevaron en camiones lo hice con mi esfuerzo, con mis manos, con mi trabajo. Hago arte hace años, ¿por qué me hacen esto?".