Varias organizaciones ciudadanas están convocando para las 21:00 horas de este miércoles 1 de julio a un cacerolazo masivo de protesta contra la delincuencia.
El aumento de la sensación de inseguridad se ha instalado en el debate público a raíz de una serie de robos violentos registrados en la zona oriente de Santiago durante las últimas semanas, los que han tenido una amplia repercusión en los medios de comunicación.
En este contexto el Gobierno reconoció, la semana pasada, un "leve aumento" de la delincuencia en la Región Metropolitana, mientras hoy la encuesta Plaza Pública Cadem consignó que tres de cada cuatro chilenos creen que durante el último año ha habido más delitos y están ocurriendo de forma más violenta que en el pasado.
"El año pasado no fue un buen año. En términos generales el homicidio aumentó un 10 por ciento y nuestra encuesta de victimización -que pregunta a los hogares si han sido víctimas de robo o intentos de robo- registró el máximo histórico, que se condice con el aumento de los hurtos en la Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana (Enusc)", comentó esta tarde en Cooperativa Catalina Mertz, directota ejecutiva de la Fundación Paz Ciudadana.
"Lo que ha ocurrido en los últimos meses es que (...) se viene creando una sensación de que es un problema al alza", que tiene que ver con la aparente "falta de respuesta" ante los delitos más comunes: los hurtos y los robos.
"Tanto el fiscal nacional (Sabas Chahuán) como el director nacional saliente de la Policía de Investigaciones (Marcos Vásquez) declararon en medios de prensa que el sistema no funcionaba para los robos", recordó Mertz, destacando la importancia de "desmenuzar" los datos, "porque cada comuna y barrio es distinto".
"Cuando uno ve las cifras agregadas a nivel de país, la verdad es que las variaciones en términos del robo con violencia el año pasado no son significativas, pero cuando uno observa qué es lo que ocurre en el nivel comunal, sí hay diferencias realmente importantes", y "hay comunas donde sube el robo con violencia un 89 por ciento o un 43 por ciento, y esos cambios son los que la gente percibe", ejemplificó.
"Los promedios esconden las realidades y hay grandes variancias. Dentro de cada categoría de robos hay diferencias y tienen que ver con el contexto específico", resaltó.
El barrio alto y los sectores populares
La mencionada convocatoria al "cacerolazo" ha sido objeto tanto de apoyo como de burlas en redes sociales, donde se apunta a su origen en los barrios acomodados de la capital.
Hace unos días el senador PPD Felipe Harboe comentó también que mientras los robos a familias del sector oriente obtenían frecuentes portadas de diarios, "el sufrimiento permanente de familias de escasos recursos -no sólo de Santiago- no es portada de diarios en ningún lado".
Según explicó Mertz a este respecto, "en términos porcentuales los delitos contra la propiedad son un poco más altos en personas de mayores ingresos, pero son mucho más frecuentes -por el volumen, por la composición socioeconómica de nuestra población- en los sectores de bajos ingresos".
En este sentido, "no es verdad que las personas pobres no sean víctimas de delitos".
"El bien más robado en Chile, por lejos, son los teléfonos celulares, que están súper masificados en todos los estratos sociales", y su sustracción se suele dar "en sectores o 'ejes calientes' como Providencia-Alameda y alrededor del transporte público", donde "naturalmente afectan a personas de no tan altos ingresos", ejemplificó.
Uno de los flyers que circulan en redes sociales convocando al cacerolazo antidelincuencia de este miércoles.
Policías municipales
Otro de los temas que ha estado sobre la palestra durante las últimas semanas es la propuesta que hizo al Gobierno la Asociación de Municipalidades de Chile (que reúne a alcaldes de oposición) para crear cuerpos de policía municipal.
"Yo creo que es un debate que hay que dar, y hay que dar de verdad", respondió la directora de Paz Ciudadana al ser consultada por este tema.
"Hay muchas atribuciones y funciones que tiene Carabineros hoy día y que es una discusión válida plantear que no necesariamente lo tienen que hacer ellos. Desde el mundo municipal arguyen, por ejemplo, que hay muchas fiscalizaciones que no pueden hacer los fiscalizadores municipales sin un carabinero, porque no pueden exigir la identidad de la persona a la que tienen que cursarle" una infracción, por ejemplo.
Ello demuestra que "hay nudos prácticos, concretos" que abordar, "pero se requiere una discusión con fundamentos empíricos, robustos, sobre la mesa, para ir tomando decisiones con mayor información".
Ello permitiría definir "cuáles son las funciones que se podrían, eventualmente, delegar; cuáles necesariamente tienen que quedar en un cuerpo policial y cómo la policía desconcentra su toma de decisiones y se hace, por así decirlo, más permeable, a estas demandas ciudadanas en el nivel comunal", concluyó Catalina Mertz.
