El sociólogo Eduardo Valenzuela, integrante del Consejo Transversal para la Seguridad de la Universidad Católica, opinó que "no parece aconsejable" que los militares salgan a la calle -mediante un estado de excepción o resguardo de infraestructura crítica- para enfrentar la criminalidad en el país.
La mencionada entidad entregó sus conclusiones este jueves, que el profesional resumió en El Diario de Cooperativa planteando que la agenda legislativa en esta materia es "muy amplia, muy heterogénea; contiene cosas interesantes y cosas que no lo son, y la comisión aboga más bien por elaborar un plan (...) que articule las distintas cosas en una unidad y un propósito coherente".
Consultado sobre incorporar un despliegue militar en tal plan, Valenzuela relevó que "el problema más candente que tenemos es crimen organizado, y el crimen organizado no se combate con muchos más policías en la calle, ni siquiera con militares en la calle; se combate con inteligencia, con investigación, con capacidad de meter presa a gente que no comete directamente el delito, y que por ende, tú no vas a sorprender en flagrancia, en la calle, robándole a alguien o asaltando una bencinera".
En definitiva, "lo que necesitamos crecientemente es mejorar nuestros procedimientos de investigación, desarrollar la inteligencia policial, generar capacidades para desarmar grupos que están bien organizados. Ese requerimiento es lo fundamental. La gente pide a gritos seguridad y a veces cree que eso se consigue teniendo un policía o un militar en la esquina, pero eso no garantiza la seguridad, ni tampoco una caída significativa en las tasas de criminalidad".
A la vez, el sociólogo emplazó a "no ser lapidarios con nuestras instituciones", estimando que "el Estado chileno tiene capacidad de reaccionar y lo está haciendo, nuestras instituciones de persecución penal se pueden poner al día (...) Yo no sería pesimista, pero naturalmente hay que ponerse las pilas".
En ese sentido, prevé que "los aspectos más deplorables" del escenario de alta criminalidad actual "se pueden controlar de aquí a cinco años", aunque "vamos a tener una perspectiva de cinco o diez años en la cual el combate al crimen organizado en particular va a ser todavía una prioridad para nuestro país".
FALTA DE CLARIDAD PARA COMBATIR EL CRIMEN ORGANIZADO
Por su parte, el director del Centro de Estudios en Seguridad Ciudadana de la Universidad de Chile, Claudio González, advirtió que una de las principales falencias del sistema de prevención y acción contra el crimen es que "no hay una claridad en las instituciones del Estado respecto de qué abarca o no el crimen organizado".
"No es lo mismo una organización de unos chicos que están realizando portonazos, por ejemplo, a una organización de carácter macro territorial o una organización con contactos internacionales. Todavía estamos al debe en un montón de áreas", puntualizó el experto.
En esta línea, afirmó que aunque se está avanzando, esto "no es con todos los datos e información que debiéramos tener como Estado. Hay un celo excesivo de poca cooperación muchas veces de las instituciones del sistema penal, especialmente las policías en los datos respecto de los fenómenos de este tipo".
REACCIONES EN EL CONGRESO
Desde el Congreso, el diputado José Miguel Castro (RN), miembro de la Comisión de Seguridad de la Cámara Baja, aseguró que "por supuesto que no se están haciendo todas las cosas para controlar la delincuencia y el crimen organizado".
"Le diría, por ejemplo, al subsecretario Monsalve, que hace algunos meses nos decía que el Tren de Aragua todavía no está en Chile, que eso no es así. El último informe de Gendarmería dice que hay más de 600 bandas organizadas dentro de las cárceles", alertó el parlamentario.
Mientras que su par comunista Alejandra Placencia señaló que "el combate del crimen organizado no se aborda de una sola forma. Debemos tener un sistema nacional de inteligencia, abordar en serio la prevención del delito y reformular nuestra política carcelaria, porque no basta llenar de cárceles si éstas van a ser centro de operaciones de bandas delictuales".
Según los expertos, no se encontrará la solución al problema de la seguridad sin la debida coordinación entre las policías, el Ministerio Público y los centros de investigación académica.
