La municipalidad descartó colocar guardias en el sector.
El diputado Jorge Burgos señaló que el espacio debe ser devuelto a los vecinos.
Vecinos de Ñuñoa denunciaron inseguridad en el parque Juan XXIII, que abarca un a franja desde Irarrázabal hasta Eduardo Castillo Velasco, pues sufren robos y jóvenes beben alcohol hasta avanzadas horas de la noche.
El lugar, qeu colinda con los patios de los vecinos, se encuentra abierto desde las 07:00 horas hasta las 21:00 horas, y está enrejado por todas sus salidas.
"El parque es un peligro público, además que lo cierran muy tarde, ya está oscuro y sigue abierto. Sin luminarias es un peligro", señaló una vecina del sector.
"Tiene que haber más vigilancia de Carabineros. Se mencionan los horarios, pero lo abren temprano y nunca lo cierran a la hora y a veces no lo cierran", manifestaron otros residentes del sector.
El encargado de la zona oriente de la Municipalñidad de Ñuñoa, Oscar Cañó, descartó que el lugar sea un punto crítico en materia de seguridad ciudadana dentro de la comuna.
"Se pusieron rejas entre calle y calle. Ese parque abarca cuatro o cinco cuadras. Hace unos siete años no era así, pero ahora están claras las reglas del juego. Se cierra el parque a tal hora y solamente hay acceso durante el día. No es posible colocar guardias porque está fuera del presupuesto", afirmó.
Por su parte, el diputado Jorge Burgos, señaló que el espacio debe ser devuelto a los vecinos, invirtiendo en luminarias.
"Creo que es un espacio maravilloso y que a mi juicio no tiene el cuidado que merece, pero veo aquí una buena oportunidad para realizar proyectos de mejoría en luminaria, de su condición de área verde y también de seguridad pública", aseguró.
Según la municipalidad el parque es seguro y recibe a muchas familias los fines de semana y recalcaron que cualquier disturbio durante la noche es disuelto por Carabineros.
