El gerente general de Essal, José Saéz, aseguró que la sanitaria desde un primer momento hizo una autocrítica y pidió perdón a los osorninos por dejarlos sin agua potable durante 10 días seguidos.
A días de presentar sus descargos ante la Superintendencia de Servicios Sanitarios para evitar la caducidad de la concesión, Sáez insistió en que lo ocurrido fue un hecho "doloroso", pero puntual y que están trabajando para mejorar la operación en la zona.
"Los procesos siempre se pueden hacer mejor y en eso estamos. El incidente de julio fue complejo y doloroso, sobre todo para la comunidad afectada, y nuestra tarea es aprender de ello para reducir los riesgos futuros", afirmó a Pulso.
El gerente general, que llegó al cargo tras la renuncia de Gustavo Gómez, insistió que "desde el primer momento hemos hecho autocrítica, hemos pedido perdón a la ciudadanía, hemos estudiado nuestra operación, han venido expertos y hemos presentado un plan de inversiones nunca antes visto en la región. Entendemos el enojo que este incidente provocó en la comunidad. Essal quiere seguir siendo un actor relevante del desarrollo de las regiones donde opera, por tanto, la caducidad supondría un freno a ese compromiso".
Sáez pidió a las autoridades "un decisión justa y ecuánime, basada en la realidad de los hechos y no en el relato que se ha construido en parte de la opinión pública", agregando a la vez que se cuestiona a la empresa "por un hecho puntual, entendido como un caso aislado en estos 15 años de concesión" sin contar la trayectoria y calidad de servicio que han prestado durante ese tiempo.
"Tenemos la convicción absoluta de que no se dan las condiciones para la caducidad y esperamos que así lo entienda la autoridad. La caducidad es una medida que no beneficiaría a nadie", remató el ejecutivo de la sanitaria.
