El problema afecta a sectores rurales y generó protestas durante la pasada jornada.
Vecinos responsabilizan de la escasez a la proliferación de las empresas forestales.
La Gobernación indica que las soluciones deben ser ofrecidas por cada municipio.
El alcalde de Mulchén, Jorge Rivas (DC), pidió que el Gobierno declare emergencia agrícola en la zona debido a la escasez de agua que afecta a unas 4.000 personas en el área rural, y que incluso ayer miércoles originó una marcha y un bloqueo del acceso norte a la comuna.
"Esperamos que a este tema de la sequía definitivamente las autoridades de Gobierno le den la importancia y la prioridad necesaria, y eso pasa por, ojalá, decretar la zona agrícola de este sector del Biobío como una zona de emergencia", dijo Rivas.
El jefe comunal pidió, además, "colocar los recursos necesarios para poder financiar una mayor cantidad de pozos profundos y camiones aljibe para poder llevar más agua al sector rural".
Se requiere además "contar con más estudios de agua potable rural y que estos estudios avancen rápido" para poder tener "redes de agua potable rural, que es la solución más definitiva en el campo", indicó el edil.
Desde la Gobernación de la Provincia de Biobío, la jefa de Emergencias María Elena Cisternas, replicó señalando que las "soluciones definitivas" las "tiene que buscar el municipio en términos de proyectos que puedan abastecer de agua en forma permanente a los vecinos".
"Ésas son gestiones que tiene que hacer cada municipalidad, cada alcalde", indicó la autoridad, quien admitió que en la zona "la situación está complicada".
"La hemos ido solucionando, le hemos ido dando atención a medida que los requerimientos salen del municipio. Todas las comunas que están con problemas en la Provincia han ido atendiendo sus requerimientos", indicó.
Carlos Burgos, vocero de los vecinos afectados, atribuyó el problema a la proliferación de las empresas forestales en el sector.
"Se nos están secando los fosos por las plantaciones que han estado haciendo alrededor", dijo.
"Como se está forestando mucho alrededor, las napas de agua se están secando", indicó el residente.
"Nosotros no queremos que se expanda más la parte forestación, sino que proteger, sobre todo, la parte rural para tener granos, para sembrar". El agua se ocupa "no necesariamente para beber, sino que para una serie de otras cosas: los baños, lavar la loza, lavar ropa", que hoy se ven complicadas, alegó.
