El superintendente de Servicios Sanitarios (s), Jorge Rivas, manifestó su decepción con Essal por el regreso de los cortes de agua después de que se diera por superada la crisis en Osorno este miércoles.
En conversación con El Diario de Cooperativa, señaló que siente "doble indignación" contra la empresa en vista de que las autoridades, incluyendo al Presidente Sebastián Piñera, confiaron en que la emergencia había terminado.
"Todas las autoridades del país, todas las autoridades regionales, creyeron en la palabra de Essal y fueron a comunicar que por fin se había solucionado la crisis, y nos salen con -perdonen el chilenismo- con este 'pastel'. Es intolerable, realmente es vergonzoso", expresó.
El superintendente se reunirá la mañana de este jueves con la empresa "para que nos expliquen con peras y manzanas qué es lo que van a proponer para los siguientes días, porque no entendemos lo que está pasando, la información ha sido tremendamente errática".
Los nuevos cortes
Rivas explicó que la planta de Caipulli, que siempre ha sido capaz de producir 300 litros, partió con esa misma cantidad en la jornada de ayer, pero eventualmente se presentó una baja en el rendimiento.
"Nos han informado que está produciendo 160, 170 litros, casi la mitad de lo que deberían, y están culpando a la turbiedad por esta baja. Pero estamos en terreno y mirando cómo están operando la planta, y no hay excusa para la turbiedad. Esta planta debería operar con mayor turbiedad sin problema", aseguró.
Por otro lado, personal de la Superintendencia también detectó que un proceso denominado flocodecantación no se concluyó lo que debería solucionarse hoy mismo al igual que se debería implementar un nuevo mecanismo de limpieza de filtros.
"El agua está cumpliendo calidad, lo que pasa es que técnicamente los filtros se están colmatando más rápido, es decir, hay que dejarlos más tiempo en desuso para lavarlos, porque se están ensuciando más rápido de lo que ellos prevían", detalló.
Sanción podría superar los 600 millones
Respecto a las posibles sanciones a Essal, el superintendente explicó que los 600 millones de pesos que se estimaron al principio se habrían cobrado si la emergencia se solucionaba el pasado viernes.
"Pero han pasado los días, y uno va viendo que siguen otros tipos de faltas, que también son sancionables, y eso es parte de la investigación. No puedo dar un número (de sanciones) ahora, porque sería irresponsable, pero va a ser más de una de todas maneras", aseguró.
Sin embargo, insistió que por el momento no es posible terminar la concesión de la empresa, aunque admitió que la ley que los rige hace 30 años "se quedó corta" ante esta emergencia y el panorama actual en general.
"Tenemos una ley que nos permite hacer ciertas cosas, no podemos hacer nada más de lo que nos otorga. Esperemos que con todo este desastre saquemos lecciones aprendidas y podamos avanzar luego en modificaciones de la ley que ya está en trámite", concluyó.