La Asociación de Generadoras advirtió que la falta de estabilización de las tarifas impacta en el funcionamiento del sector eléctrico, por lo que piden normalizarlas para evitar un posible impacto en la transición energética.
Las tarifas eléctricas se encuentran congeladas desde 2019, para evitar alzas en las cuentas de la luz en medio del estallido social.
Desde la asociación señalaron que debido al incremento del tipo de cambio, los retrasos en la publicación de decretos o la pandemia, las deudas con las empresas de generación eléctrica superan los 6.000 millones de dólares.
Por lo anterior, la estabilización de precios ha resultado en la interrupción del flujo regular de ingresos de las empresas de generación, las que se basan en los contratos suscritos por estas compañías en el marco de las licitaciones a clientes regulados.
En esta línea, advirtieron que el retraso en el ingreso del proyecto de ley, "solo atenta contra la predictibilidad jurídica que necesita un sector estratégico para el funcionamiento del país -como lo es el sector de generación eléctrica- en momentos en que necesitamos reconvertir nuestra matriz con nueva y mejor infraestructura renovable y de almacenamiento", según consignó El Mercurio.
El director ejecutivo de Empresas Eléctricas, Juan Meriches, resaltó que el congelamiento de precios ha tenido "una serie de efectos no deseados y que no son sostenibles en el tiempo, ni para los clientes, en términos de la acumulación de deuda por pagar, ni para la industria, en términos de certeza regulatoria que suponen las tarifas para cubrir los costos de producir, transportar y distribuir la energía, así como para el desarrollo de inversiones".
Por lo que desde la agrupación destacaron que se haya tomado la decisión de avanzar en un proceso de normalización.
Desde Generadoras explicaron que para evitar un alza abrupta de tarifas eléctricas a los clientes regulados, "se hace necesaria la incorporación -por primera vez en nuestra historia- de un subsidio público focalizado en favor de los clientes más vulnerables, similar al subsidio de agua potable o algún sistema parecido al Mepco, y complementado con instrumentos como el Fogape para pymes".
Meriches destacó que este ajuste deberá ser gradual, de modo de atenuar el impacto sobre el bolsillo de los clientes. Sin embargo, añadió, "será relevante también considerar la importancia de la eficiencia energética para optimizar los consumos y disminuir el impacto del ajuste tarifario".
TRANSICIÓN ENERGÉTICA
Por su parte, el gremio de las renovables (Acera) recordó que el proyecto de estabilización está directamente relacionado con el de transición energética que se discute en el Senado y que es considerado como esencial para este segmento de empresas.
"Una demora en dichas aprobaciones -de ambos proyectos- pone a prueba la resistencia de algunas empresas 100% renovables actualmente más complicadas financieramente, que apostaron por Chile como país en donde desarrollar sus inversiones y aportes a la descarbonización, a la vez que no provee las soluciones de protección a los consumidores de más bajos ingresos para quienes se busca otorgar un subsidio en tarifa", explicaron.