Ministerio de Energía anunció acuerdo con tres empresas de distribución eléctrica.
La ministra Jiménez aclaró que el pago será solo para propietarios.
La ministra de Energía, Susana Jiménez, anunció este jueves que llegó a un acuerdo voluntario con las empresas de distribución eléctrica Enel, Grupo Saesa y Chilquinta para que entreguen un incentivo de 10 mil pesos a los propietarios de medidores antiguos que los cambien por los dispositivos inteligentes.
"Estamos muy satisfechos por la rápida respuesta de las compañías Enel, Saesa y Chilquinta, quienes han aceptado el llamado voluntario de generar incentivos para que la modernización energética llegue cuanto antes a los hogares chilenos con una mejor calidad de suministro", dijo la secretaria de Estado.
"Esto se traducirá en el pago de 10 mil pesos a cada propietario de medidores antiguos que esté dispuesto a cambiarlos por los medidores inteligentes. El pago de estas tres empresas beneficiará a más de 2,4 millones de hogares", explicó la titular de Energía.
La ministra detalló que los detalles de la forma de pago del incentivo, los protocolos de aviso, recepción y reposición, se están definiendo en la Mesa Técnica, que lidera la Comisión Nacional de Energía (CNE), e integran la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC), y los ejecutivos de las empresas Enel, Grupo Saesa, Chilquinta, Fenacopel y CGE.
"Sabemos que el recambio implica un importante esfuerzo en informar y orientar a las personas de los beneficios de los medidores inteligentes, que se traducen en tener menores interrupciones de electricidad y una más rápida reposición. Por eso mantenemos nuestro llamado al resto de las distribuidoras eléctricas a que sumen a este desafío país de apurar la modernización", agregó la ministra de Energía.
Las medidas anunciadas también apuntan a que las empresas distribuidoras prioricen el recambio de medidores de quienes así lo soliciten, así como el caso de consumidores que se acojan a la Ley 20.571 de generación distribuida, para quienes tengan paneles solares y puedan generar energía que pueda ser usada y vendida al sistema.
En tanto, el senador Francisco Chahuán (RN) insistió en que "acá son las empresas las que tienen que hacerse cargo de este costo debido a que esto les va a significar eficiencia, particularmente en todos los procesos de suministro de energía eléctrica y, por tanto, tenemos que hacer que las empresas transfieran los beneficios justamente y la eficiencia de costos también a los consumidores".
La secretaria de Estado también conversó con Una Nueva Mañana, donde profundizó en esta propuesta.
"El medidor tradicional que conocemos comprado nuevo vale entre 10 y 15 mil pesos, cuando son algo más sofisticados pueden valer hasta 20 mil. Obviamente un medidor usado tiene un costo muy inferior, por eso que cuando se planteaba de si preguntarle a un experto o a una comisión cuanto se pagaría por estos medidores usados, nosotros pensamos que no era una buena idea, porque íbamos a llegar a un valor bastante bajo", dijo.
"La invitación a las empresas fue a plantear un incentivo para que la gente que ha manifestado una legítima preocupación con el tema medidores tenga interés en hacer el recambio y tenga interés en conocer los beneficios que eso trae aparejado, por lo tanto el monto se acerca bastante al valor de un medidor comprado nuevo", enfatizó.
La titular de Energía admitió que la medida pretende cambiar la percepción negativa con la que quedaron los consumidores de los nuevos medidores inteligentes.
"Acá ha habido una legítima preocupación de la ciudadanía que probablemente no tuvo a la vista los cambios que había introducido la nueva norma técnica y el nuevo proceso tarifario y por lo tanto se ha generado una cierta percepción negativa respecto de este cambio tecnológico que tengo el convencimiento que va en beneficio de los usuarios y consumidores", dijo la ministra.
"Siempre lo principal ha sido mejorar la calidad de servicio y haber logrado este acuerdo es muy positivo para las personas, es un costo real para las empresas, un costo que no van a poder traspasar un ningún momento a tarifa y es un costo financiero importante, pero creemos necesario para que cumplan con esta obligación", cerró.
Desde CGE, que tiene clientes desde Arica hasta Los Ríos informaron que están comprometidos "con la modernización de la distribución eléctrica, la calidad de servicio y el cumplimiento de la normativa. En este contexto, una vez concluido el trabajo de la mesa técnica, la empresa evaluará todas las iniciativas planteadas y propondrá un plan integral que permita la adopción de esta tecnología, con la aceptación de la ciudadanía y de sus más de 2,8 millones de clientes".
Los precios de estos aparatos -nuevos- en el mercado están en torno a 3 veces el monto que se busca con esta compensación para los dueños de medidores,
El tradicional medidor electromecánico (el de la "ruedita") nuevo cuesta cerca de 20 mil pesos, a lo que hay que sumar el valor de la caja donde se instala, la que nueva y de plástico, tiene un precio de cerca de 15 mil pesos, de acuerdo al sitio de la tienda Easy.
Estos precios marcan una notoria diferencia con los medidores inteligentes que pretenden instalar las compañías eléctricas, cuyo precio se estima asciende a cerca de 80 mil pesos.
