Durante la catástrofe murieron ocho personas que vivían en el primer piso.
En el caso hay 12 personas formalizadas por cuasidelito de homicidio.
Este miércoles fue derrumbado finalmente el edificio Cerro O'Higgins de Constitución, la construcción que resultó gravemente dañada tras el terremoto de febrero pasado y donde ocho personas murieron.
A 10 meses de la catástrofe, los familiares de las víctimas -todas residentes del primer piso- exigen que se haga justicia ya que, a juicio de ellos, el edificio provenía de una construcción defectuosa y cuyo responsable es el Serviu.
El abogado Robert Morrison, que representa a la ex inspectora técnica del Serviu Doris Illanes y al entonces director de obras municipales Mario Pérez, sostuvo que Cerro O'Higgins tenía con defectos técnicos.
Morrison comentó que "un defecto que tenía este edificio desde el comienzo es que no estaban contemplados los estucos exteriores, sino que sólo pinturas hidrorrepelentes, que era la exigencia. Estas pinturas tienen poca duración, por lo cual hubo en el tiempo de seguir aplicándose sucesivamente".
"Un segundo defecto que tenían era un defecto en las ventanas que tenían poca defensa a los departamentos para estar situados en la zona costera", agregó.
Además, Morrison sostuvo que el problema principal del derrumbe fue la modificación estructural que se realizó en el primer piso, produciendo menor resistencia ante un sismo de magnitud.
Por el caso fueron formalizados por cuasidelito de homicidio los representantes de la constructora Consanit Manuel y Hernán Lazcano; además del ingeniero calculista Ricardo Aránguiz, el director de obras Mario Pérez Vilches, el inspector municipal Luis Fuentealba Higuera además de otros ocho profesionales del comité de licitaciones públicas del Serviu.
