En Japón, Nueva Zelanda, Tonga y Samoa se registró fuerte oleaje.
Para la zona se había decretado una alerta de tsunami tras el sismo.
Un fuerte oleaje causado por el sismo de más de ocho grados en la escala de Richter que sacudió la madrugada del sábado a Chile puso en la alerta a todo el Pacífico Sur y sus efectos se han notado ya en Nueva Zelanda, Tonga y Samoa.
Olas de cuatro metros de altura han azotado parte de las Islas Marquesas, en la Polinesia Francesa, sin que se hayan producido víctimas, según las primeras informaciones.
Los efectos del maremoto, una subida del nivel del mar por encima de lo usual, seguida por un descenso por debajo de ese nivel también se prevé que se sienta en Australia.
Las autoridades australianas han cerrado el acceso a todas las playas del estado de Nueva Gales del Sur, en el este del país, donde miles de ciudadanos esperaban aprovechar uno de los últimos domingos del verano.
En tanto, olas de casi 1,5 metros llegaron este domingo a las costas de la prefectura de Iwate, en el norte de Japón, donde está en vigor una alerta por la posibilidad de un tsunami.
Según la agencia local Kyodo, las olas de 145 centímetros llegaron al puerto Otsuchi Koji de Iwate, mientras que en el puerto de Koji en esa misma prefectura alcanzaron los 90 centímetros.
En las prefecturas de Iwate, Aomori y Miyagi hay una alerta de "gran tsunami", con riesgo de olas de hasta de tres metros, que llevó a ordenar la evacuación inmediata de 320.000 personas residentes en las inmediaciones de la costas.
Se trata de la mayor alerta emitida por Japón en los últimos 17 años, mientras que en el resto de la costa nipona del Pacífico hay alerta naranja por riesgo de olas de hasta dos metros.
