El operativo buscó evaluar la reacción ante un hipotético sismo de 9 grados Richter con maremoto.
Incluyó sirenas para dar la alarma en lugares estratégicos de ambas ciudades.
Este lunes se puso a prueba el sistema de emergencia de Valparaíso y Viña del Mar para enfrentar terremotos de gran magnitud y alertas de tsunami, a través del megasimulacro iniciado pasadas las 10:30 horas.
Se esperaba que unas 600 mil personas participaran en el mega simulacro en la Quinta Región para evaluar la reacción de los habitantes ante situaciones de urgencia sísmica y sus posibles consecuencias, en este caso un terremoto grado 9 Richter y un maremoto posterior.
En el marco del operativo inédito se pusieron a prueba 1.500 señaléticas, sirenas de tsunamis y todo el despliegue dispuesto para practicar los planes regionales y comunales de evacuación, específicamente para evaluar en terreno cómo están preparadas las redes regionales de emergencia y telecomunicaciones.
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| La zona de seguridad está 30 metros sobre nivel del mar. (Foto: UPI) |
El gobernador Valparaíso, Pablo Zúñiga, explicó en la previa que "va a ser una espléndida oportunidad de poder conocer las zonas de seguridad que están sobre los 30 metros del nivel del mar y va a ser una espléndida oportunidad para conocer los tiempos que nos demoramos en poder hacer evacuaciones preventivas".
Las comunas costeras ya tienen experiencia en evacuaciones dados los últimos sismos que se han sentido en la región, por lo que el trabajo de coordinación ha sido muy fluido entre los entes de emergencia y los administradores de edificios, centros comerciales y comerciantes en general, según explica la alcaldesa de Viña del Mar, Virginia Reginato.
"Hemos estado trabajando muy coordinadamente con la Onemi y con la intendencia, y por supuesto hemos tomado las medidas que corresponden y trabajamos con la gente de los colegios, de los comercios", comentó.
Las sirenas de alarma estuvieron instaladas en sectores estratégicos de cada ciudad: en Valparaíso se en el Teatro Municipal y en Viña del Mar en la esquina de 13 Norte con 1 Oriente. Se fijaron a 30 metros sobre el nivel del mar y pudieron oírse, según Onemi, en un radio de dos kilómetros. Este mismo sonido será replicado por los megáfonos dispuestos en el sistema de cámaras de televigilancia.
