La ministra de Vivienda, Paulina Saball, aseguró este jueves en conversación con El Diario de Cooperativa que "podría crecer" la cifra de las viviendas con daños del terremoto que afectó al norte del país.
Indicó que las 10 mil casas que resultaron con daños "es una cifra que se va consolidando y, eventualmente, podría crecer un poco porque, cuando nosotros entregamos estos datos el sábado, todavía no teníamos catastrado los sectores más rurales y algunas localidades".
Saball explicó que se trabaja en un "catastro consolidado" tanto de los daños como de la situación de los afectados: "Viajo hoy a Iquique, trabajaré intensamente con los cuatro equipos que tenemos en cada una de las localidades desplazándose para hacer el catastro".
"Espero que mañana (viernes), después de una reunión con los alcaldes de cada una de las comunas, tener una cifra no solamente consolidada desde el punto de vista del número, sino que del punto de vista de la caracterización de los temas que acompañan a esta cifra", manifestó.
La secretaria de Estado señaló que "la reposición de los servicios básicos ya fue un hecho significativo en la vida de las personas".
Sobre el proceso de reconstrucción en la zona afectada, Saball dijo que "vamos trabajando en varias dimensiones a la vez para ir confluyendo todos para lo que va a ser el plan de reconstrucción".
"Ese proceso de reconstrucción tarda un tiempo, porque es el tiempo que tarda también el hacer proyectos, construir y reparar. Y a ese proceso es el que debe acompañar medidas transitorias que posibiliten el bienestar de las familias mientras esa reconstrucción se realiza", comentó
Descartó "solución única"
"Todo desastre, toda tragedia como ésta genera no solo incertidumbre, inseguridad, sino que también genera la angustia que deriva en molestias porque todos quisieran que la realidad volviera a la normalidad lo más rápido posible y los tiempos se hacen largos, a veces han pasado horas y se siente que esto es pasado mucho tiempo", señaló Saball.
También descartó el plan de arriendo porque "hay localidades del norte donde eso no es viable porque no hay stock disponible y tendremos que buscar otras medidas, como redes familiares o los barrios de emergencia. No es posible plantearse una solución única".
"Esperamos generar la menor disrupción en la vida de las personas y que los instrumentos deben ser flexibles a la realidad de cada lugar", concluyó.