El jefe de Sismología de la Universidad de Chile, Carlos Aranda, restó dramatismo a la serie de movimientos telúricos que sucedieron al terremoto de Quillagua.
Al menos dos meses más los habitantes del Norte Grande deberán soportar las réplicas del terremoto del pasado miércoles, que dejó un saldo de dos muertos y más de 15 mil damnificados.
Así lo afirmó el jefe del Departamento de Sismología de la Universidad de Chile, Carlos Aranda, quien resaltó que las réplicas corresponden a un sismo que alcanzó 7,7 grados de intensidad en la escala de Richter.
"Hay una microsismicidad que permanece, y es lo normal. Las réplicas nos van a acompañar por un tiempo de por lo menos dos meses", expuso.
En conversación con El Diario de Cooperativa, el experto reafirmó que el terremoto del miércoles no corresponde al "gran sismo" que se espera en la zona.
"Este es un sismo relativamente cercano a la orilla, que tiene una fractura de alrededor de 150 kilómetros, por lo tanto no es el que cubriría la brecha sísmica", consideró.
Consultado por las razones de la mayor destrucción que significó el terremoto que afectó a Perú en agosto, Aranda apuntó a un efecto amplificador que no tienen sitios rocosos, como el desierto chileno.
Además, explicó que influyeron la hora y profundidad del sismo, y la cercanía al epicentro de centros poblados. (Cooperativa.cl)
