"Río Maipo pasa de tener agua a niveles de 40 unidades de turbiedad a tener hasta 100.000", dijo el gerente corporativo, Eugenio Rodríguez.
Para el Sernac, esta respuesta no basta y ofició a la empresa.
El intendente, Claudio Orrego, afirmó que funcionó el plan de emergencia.
En medio de las críticas por parte de la Intendencia Metropolitana, la empresa Aguas Andinas informó que no compensará a los clientes por el corte de agua en 27 comunas de la región, producto de las lluvias en la precordillera que enturbiaron el Río Maipo.
Tras el comité operativo de emergencias que hubo en el edificio del gobierno regional, el intendente, Claudio Orrego, afirmó que funcionó el plan de emergencia, el cual no buscaba evitar el corte de agua, sino anunciarlo con anticipación.
Orrego afirmó que "desde que estén 100 por ciento operativas las plantas, son ocho horas; se mantiene un horizonte, más bien, en la tarde noche del día de hoy" y agregó que "es evidente" que inversiones que ha realizado la empresa "de cara a esta nueva realidad climática son insuficientes, porque cuando hay cambio climático, las empresas deben adaptarse".
"Llevamos tres cortes masivos de agua potable en Santiago en un año", dijo el intendente metropolitano, quien instó a que la capital "tiene que prepararse, el protocolo que inauguramos el día de ayer, fue lo que aprendimos de los otros cortes, es decir, avisar tempranamente, que la gente pueda acumular agua en sus casas".
Las autoridades indicaron que los 211 puntos de distribución con 148 camiones aljibe no han sido tan demandados, porque la mayoría ya aseguró su abastecimiento en sus casas.
Además, todos los hospitales de la RM tienen agua y de las 25 comunas que seguían en alerta roja, se quitó esta calidad a San Bernardo, El Bosque, Calera de Tango y Providencia.
Mientras, las clases en los colegios deben normalizarse este lunes.
"Un evento de fuerza mayor"
Actualmente, la Región Metropolitana tiene nueve horas de autonomía de agua potable y, al margen de la turbiedad del Maipo, Aguas Andinas trabaja en un proyecto a corto plazo para aumentar a 11 horas, pero recién para 2019 se prevee que esté listo el estanque Pirque, para dar hasta 48 horas de autonomía.
Aún así, el gerente corporativo de la compañía, Eugenio Rodríguez -quien también estuvo en el comité operativo de emergencia-, informó que "por supuesto que esta primera fase es insuficiente, por eso que diseñamos una fase dos".
La empresa llamó a los clientes a que "que estén tranquilos, que la empresa no está de brazos cruzados, que está realizando las inversiones comprometidas y somos los más interesados que nadie en que el estanque Pirque, a la brevedad, pueda ser construído una vez que termine su proceso de evaluación ambiental, pero obras de esta magnitud requieren tiempo", recalcó.
"La causa y el origen no es una falla en ninguna de nuestra plantas: el río Maipo pasa de tener agua a niveles de 40 unidades de turbiedad a tener hasta 100.000 en los puntos más desfavorables", argumentó Rodríguez, aduciendo la culpa de todo es a que lloviera donde normalmente nieva en la cordillera.
"No se contemplan compensaciones en el entedido de que este es un evento de fuerza mayor", subrayó el gerente de Aguas Andinas.
Sernac ofició a la empresa
Para el Servicio Nacional de Consumidor (Sernac), esta respuesta no basta y ofició a la empresa, y buscarán junto a la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) que haya compensaciones.
El organismo tomó esta decisión para que le informe, en un plazo de 10 días hábiles, entre otros aspectos, los motivos que provocaron la suspensión del servicio de agua potable.
El Director Nacional del Sernac, Ernesto Muñoz, explicó que los consumidores tienen derecho a recibir un servicio de calidad y a que no se interrumpa la entrega de suministro injustificadamente: "Toda empresa debe actuar con estándares de profesionalidad, y por tanto, debe responder si se causan daños o inconvenientes a los consumidores", enfatizó.
La autoridad recalcó que, en el caso del agua potable, sólo se puede suspender la entrega de suministro por razones de fuerza mayor calificadas por la SISS, o por interrupciones, restricciones y racionamientos programados e imprescindibles para la prestación del servicio, los que deberán ser comunicados al usuario con a lo menos 24 horas de anticipación.
