"Saber que están ahí y no poderlos sacarlos rápido es una impotencia muy grande", dijo emocionado el capitán Ricardo Cisternas, quien trabajó en el rescate de sus compañeros muertos en un derrumbe.
Con aún la voz entrecortada y el recuerdo aún vivo en su mente, Ricardo Cisternas, capitán de Cuerpo de Bomberos de Chiguayante, describió las dramáticas horas que vivió junto a sus compañeros desde la noche del lunes 10 de julio, cuando un alud en el cerro Manquimávida acabó con la vida de 10 personas, entre ellas tres voluntarios de la institución.
"Antes que las unidades fueran al lugar estábamos trabajando por todo lo que es la comuna, por la gran cantidad de agua que cayó. Las líneas de emergencia estaban colapsadas, las unidades estaban todas en terreno", comentó.
En conversación con El Diario de Cooperativa, Cisternas relató que fue el propio comandante Luis Inostroza llegó a la Villa La Piedra I para inspeccionarla, cuando observó un primer deslizamiento de tierra, tras lo cual lideró el rescate de los afectados, convirtiéndose él y otros dos bomberos también en víctimas del barro, durante el segundo alud.
"Fue todo muy rápido, imprevisto, de la nada (...) perdimos contacto al momento que, según testigos, la casa se vino abajo y ya ahí inmediatamente no hubo comunicación, ni siquiera con los civiles que estaban en ese momento. Cuando el resto de las unidades, de otras comunas cercanas a nuestro sector, empezaron a llegar ya empezamos a armar el equipo de trabajo para poder rescatar a nuestros compañeros caídos", prosiguió.
Un emocionado voluntario reconoció que "es muy choqueante para todos nosotros, ya que somos como una familia, ya que la pérdida de ellos... saber que están ahí y no poderlos sacarlos rápido es una impotencia muy grande que sentimos todos nosotros".
Con 14 años como bombero, el capitán resaltó que el mayor dolor pasa porque teníamos "una muy buena relación, de amistad, compañerismo, trabajo".
"No sabíamos exactamente dónde estaban nuestros muchachos, pero sí empezamos a llamarlos por radio, a los celulares y empezamos, una vez estabilizado el sector de seguridad, a buscarlos por todas partes", agregó.
El bombero explicó que en "años anteriores hemos tenido temporales más o menos parecidos, pero nunca tan terribles como el que pasó".
Aunque señaló que los riegos en los cerros son similares en cada invierno.
"En el cerro siempre hay grandes probabilidades de que se desprendan masas de tierra, entonces todos los años se le está diciendo a las personas que tengan mucho cuidado, que avalúen el sector de su vivienda y que cualquier cosa que salgan", manifestó.
En el doble alud del Manquimávida murieron:
Luis Inostroza Núñez, comandante de Bomberos de Chiguayante, de 42 años, casado con cinco hijos y trabajador de la acerera Huachipato.
Rodrigo Mora González, capitán de 34 años, casado y un hijo, funcionario de la Gobernación Marítima de Talcahuano.
Julio Muñoz Domínguez, teniente de 25 años, casado, un hijo y cuya esposa está embrazada de ocho meses, trabajador de una constructora.
El capitán Cisternas detalló que los restos de Mora y Muñoz son velados en el gimnasio Machasa de la localidad, hasta donde la mañana de este jueves llegará el féretro del comandante Inostroza.
Los funerales de los tres nuevos mártires de Bomberos se realizarán este viernes, a una hora que las confirmarán las compañías de la zona. (Cooperativa.cl)
