Cerca de 50 olas de calor se han registrado a lo largo del país en los últimos 90 días y la Dirección Meteorológica de Chile pronostica que las altas temperaturas se mantengan incluso hasta inicios de abril, comenzando el otoño.
Según define el organismo, una ola de calor corresponde a un "período de tiempo en el cual las temperaturas máximas diarias superan un umbral diario considerado extremo, por tres días consecutivos o más", situación que ha ocurrido en los últimos tres meses en 21 de las 30 estaciones de monitoreo.
Cristóbal Torres, de la Dirección Meteorológica, explicó que "el evento de altas temperaturas va a estar presente durante toda la época estival, durante todo el verano, y podríamos temperaturas altas hasta por lo menos el mes de marzo y los primeros días de abril".
Asimismo, "no se descarta que hacia el final de marzo se vuelvan a repetir temperaturas que alcancen los 30, 34 grados, siempre considerando que las mayores temperaturas se producen en los valles de la zona central".
Cada punto rojo corresponde a una estación de monitoreo que ha registrado olas de calor. (Fuente: Meteorología)
Riesgo de incendios forestales
Esta situación mantiene latente la probabilidad de que sigan ocurriendo incendios forestales hasta incluso después de pasada la fecha tradicional de término de la "temporada" de este tipo de siniestros.
"La tónica que hemos tenido los últimos ocho años es que cada vez tenemos más incendios en invierno, y por lo tanto es muy probable que podamos extender la temporada más allá de lo que normalmente es , hasta el 30 de marzo", sostuvo el director nacional de la Conaf, José Manuel Rebolledo.
Ante esto, "pedimos a la ciudadanía, con estas temperaturas, con estas velocidades de viento y con esta sequía, no usar fuego o fuentes de calor en sectores con vegetación durante estos días", instó.
Las recomendaciones
Eduardo Peña, doctor de la Ecología del fuego de la Universidad de Concepción, entregó recomendaciones para lograr contener los incendios forestales.
"La reserva natural a lo mejor debiera estar por una zona despejada de combustible, pero también eso afecta un poco el hábitat. Entonces hay que ver hasta que punto yo puedo intervenir sin tener un efecto negativo en el hábitat de la fauna, por ejemplo", sostuvo Peña.
"Lo que hay que hacer es que en las reservas naturales se tenga detección lo más rápido posible de cualquier foco, y con brigadas ahí mismo que puedan ir a combatir en el menor tiempo posible", enfatizó el experto: "Porque si uno llega antes de 10 minutos, puede controlar la mayoría de los incendios".