En Los Angeles, el senador democratacristiano Mariano Ruiz-Esquide anunció que solicitó a diputados de su partido que se sumen a la investigación que propicia sobre el rol que tuvo durante el pasado temporal la central hidroeléctrica Pangue, propiedad de Endesa, que abrió sus compuertas por el aumento de la cota de su embalse, lo que hizo crecer considerablemente el caudal del río Biobío.
"Le he pedido también a los diputados José Pérez, de mi zona de Los Angeles, y a José Miguel Ortiz de Concepción que pidan una investigación a través de la Cámara (Baja), el Senado no lo puede hacer, y demos resolución a esto, y sobre todo tomemos las medidas en el futuro", sentenció el parlamentario.
Ruiz-Esquide, senador por circunscripción sur de la Octava Región, reafirmó que la medida de Pangue, avisada a autoridades sólo 10 minutos antes de llevarla a cabo, aumentó las inundaciones de varias poblaciones ribereñas.
"Estamos pidiendo a la Presidenta de la República, a través de un oficio del Senado, a través del ministerio que ella estime, que nos conteste quién, cómo, dónde, cuándo y en qué condiciones se justifica el que se tenga que abrir bruscamente la represa. Quién da esa autorización, o sólo lo puede tomar, según la norma, la represa por su cuenta, Endesa por su cuenta. Cosa que, de acuerdo a la legislación actual, entiendo que no es así", sentenció.
Ruiz-Esquide consideró "inadmisible" que cada cierto tiempo los habitantes del Biobío sufran las consecuencias de este tipo de decisiones.
"Esto mismo pasó hace dos años atrás: No hubo ninguna respuesta", fustigó.
Además, señaló que expresó su molestia al ministro del Interior, Andrés Zaldívar, por el hecho que funcionarios están para "dar las respuestas que corresponden", como directores de aguas, se hayan apresurado en declarar que "Endesa no tiene nada que ver".
Durante el peak del sistema frontal, el pasado miércoles, en la desembocadura del Biobío se registró un caudal histórico de 15.000 metros cúbicos de agua, es decir 15 millones de litros, por segundo.
De hecho, el desborde del río, registrado en varias partes de su cauce, ha obligado a que cientos de pobladores estén este viernes armados con palas, carretillas y escobas limpiando sus hogares, para retornar desde albergues y casas de familiares.
En la Octava Región el Estado debió albergar a 3.099 albergados, mientras que se contabilizan 16.762 damnificados.
Además, en sectores como Collao, en Concepción, recién durante esta jornada muchos automovilistas pudieron -tras una noche de trabajo de motobombas- ver nuevamente sus autos estacionados en subterráneos, luego que quedaron bajo más de un metro de agua y lodo. (Cooperativa.cl)