En el acto de conmemoración del 1 de mayo, la presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa, reiteró su apoyo al plan de Gobierno de Michelle Bachelet, asegurando que es necesario un "nuevo trato" con los trabajadores del país.
"Estamos enfrentados al inicio de un nuevo ciclo y dependerá de nosotros que ese tiempo sea el de las grandes mayorías del país (...) Somos y seremos los más leales con las transformaciones que Chile demanda y los que más presionaremos para que se cumpla el programa de Gobierno", aseguró.
El discurso de la dirigente estuvo centrado en tres cambios fundamentales para el país, que son las reformas previsional, laboral y tributaria.
Con respecto a la reforma tributaria, Figueroa comentó que "las primeras declaraciones del presidente de la Sofofa, al conocerse el proyecto del Ejecutivo y los posteriores ataques de la derecha más retrógrada y conservadora de este país son una clara señal de que no serán debates fáciles para nuestro Chile".
"En este sentido, nos enorgullece como Central ser un actor protagónico en este debate y no nos quedaremos impávidos ante un sector minoritario de nuestro país que se siente tocado y que no quiere o es incapaz de enfrentar con transparencia este debate. Dicen buscar proteger a la clase media; señores, no nos mintamos, la clase media en este país somos los millones de trabajadores precarizados, son más del 50 por ciento de trabajadores que ganan menos de 500 mil pesos", agregó.
Figueroa reiteró que "la clase media no es la afectada por esta reforma y lo decimos con firmeza y claridad, lo son el uno por ciento de este país que se lleva más del 30 por ciento de lo que produce Chile, son los más acomodados, que entre 1990 y el 2011 han visto acrecentados sus ingresos en un 78 por ciento, mientras los ingresos de los más pobres no han crecido ni en un uno por ciento".
"Atrevámonos a romper con los límites de lo posible y soñemos un Chile mejor, pues nadie podrá derrotarnos si hacemos realidad estos sueños de la inmensa mayoría", finalizó.