La presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa, indicó en El Diario de Cooperativa que el gobierno está cometiendo un error garrafal que demuestra que no cree en la negociación colectiva al sugerir que la creación de una comisión permanente, que discuta el reajuste del salario mínimo, esté sólo conformada con técnicos y no por todos los actores involucrados.
"Nos parece que es lamentable que esta iniciativa, que era parte del programa de Gobierno como lo ha señalado el propio ministro Larraín, se venga a desarrollar cuando ya quedan menos de 25 días para que este Gobierno termine", sostuvo Figueroa.
Y agregó que la propuesta se trata de una "formalidad" más que de una "atención real y preferente" al tema, ya que "se ve que no es un proyecto que pueda tener la viabilidad ni el tiempo necesario para ser discutido hoy día".
La presidenta de los trabajadores indicó que es un proyecto de ley tardío en el que sólo se está pensando en que sean técnicos quienes lo conformen, lo que demuestra que no está pensando como una política pública.
"El problema del salario mínimo no es sólo cuánto se reajusta, es un problema de política pública, de proyecto de desarrollo país y que finalmente tiene que venir a palear la tremenda desigualdad que Chile tiene", sostuvo.
A juicio de Figueroa el error que comete el Gobierno al señalar que el debate no se debe politizar, es que "es un problema siempre político", ya que "estamos hablando de la negociación más grande que tiene el país luego de la negociación del sector público".
"Cuando el Gobierno o el ministro dice 'no queremos que este debate se siga politizando año a año' lo que en el fondo está diciendo en buen chileno, es que no quiere que haya negociación con los trabajadores", afirmó.
Y agregó que "ahí están cometiendo un error garrafal (...) si el Gobierno pretende con esta medida generar una ley de amarre para que el gobierno, cualquiera sea éste, no tenga que discutir con los trabajadores lo que está diciendo en el fondo es que no cree en la negociación colectiva y eso a mi entender es una política inaceptable".
Figueroa además sostuvo que no sólo se requiere de una reforma, sino también de que ésta se hagan de la mano de la opinión de la CUT y con la que "participación efectiva y real" de todos los actores involucrados.