Mediante una declaración pública, el Sindicato de Trabajadores de The Clinic, "Firme junto al pueblo", denunció un conjunto de "malas prácticas" laborales registradas al interior de la empresa, además de la inexistencia de "condiciones mínimas" que den garantías para el normal desempeño de sus tareas.
Los trabajadores cuentan que, pese a la resistencia de la compañía, lograron constituir oficialmente el sindicato el pasado 24 de enero, a objeto de protegerse "frente al hostigamiento y al constante clima de incertidumbre laboral" que viven "desde noviembre del año 2017, cuando Jorge Ergas, empresario dueño del 7% del Banco de Chile y de Movicenter, ingresó al directorio de la empresa", situación en que su director, "el señor Patricio Fernández Chadwick, tiene responsabilidad directa".
"Desde noviembre hasta hoy, The Clinic ha sufrido la pérdida de siete de sus trabajadores, ya sea por despidos o renuncias". Esto implica que "en tan sólo cinco meses, se redujo en más de la mitad el equipo original", explican.
"Aun así, el directorio, en el que el señor Patricio Fernández Chadwick tiene voz y voto, ha rechazado constantemente las peticiones por incluir más personal o mejorar las condiciones de quienes asumimos la carga laboral extra", acusan.
La "peor cara" de Patricio Fernández
El Sindicato asegura que "frente a la necesidad de iniciar una negociación en buenos términos", Patricio Fernández "ha mostrado su peor cara"; incluido el "menoscabo verbal constante hacia los trabajadores (...) en sucesivas reuniones con el equipo de periodistas, lo que decantó en las renuncias antes mencionadas, y que llevó a un miembro del reducido equipo a presentar una licencia por estrés laboral".
"Cuando se le anunció la creación de nuestra entidad, en enero pasado, Fernández Chadwick dijo que él no se 'entendería con ningún sindicato'", y más tarde, "ante el requerimiento de nuestro dirigente, Jonás Romero, de buscar un consenso, Fernández le ha espetado que no cederá ningún beneficio, 'a menos que deba despedir a más personas'", indican.
Los empleados detallan que "estos hechos fueron denunciados ante la Dirección del Trabajo en el mes de enero" y subrayan que representa una "triste realidad para un medio que afirma estar 'firme junto al pueblo'".
"Hemos sido extremadamente responsables en buscar una solución durante más de 90 días, lo cual no ha sido posible. (...) Actualmente, el pasquín fundado en 1998 atraviesa la crisis económica y editorial más grave de su historia, y se ha querido traspasar esa crisis a sus trabajadores. Ignorando, de manera grave, las condiciones laborales e ideas políticas que por años ha dicho defender. No estamos dispuestos a tolerarlo más", advierten.
Malas condiciones
En otro fragmento de su declaración los trabajadores insisten en que no cuentan con "las condiciones mínimas para asegurar un buen desempeño laboral", y dicen haber tenido que soportar "las malas prácticas que, por años, The Clinic denunció en otros lugares de trabajo".
Son las siguientes:
-"Sueldos que, en algunos casos, no vieron reajustes por más de 10 años, ni siquiera de acuerdo al IPC".
-"Pérdida y extravío de contratos de trabajo".
-"No pago de horas extras, aunque dicho beneficio se incluyera en los contratos preexistentes".
-"Cambio unilateral de funciones de trabajo expresadas en nuevos contratos que el equipo se ha negado a firmar, entre otras razones, porque incurren en menoscabo laboral hacia algunos periodistas en relación a sus cargos anteriores y por incluir cláusulas abusivas, muchas de las cuales se contradicen con los contratos preexistentes y vigentes".
-"No entrega de equipo mínimo para asegurar una buena labor periodística, como teléfonos para la mesa de redacción o planes telefónicos, los cuales son pagados, hasta hoy, por los propios periodistas y fotógrafos".
"Se llama Jorge Ergas"
En un editorial publicado justamente en noviembre pasado, Patricio Fernández contó -con ánimo de "transparancia"- que "The Clinic estaba con números rojos".
"Jamás vimos en el pasquín un camino para ganar dinero, pero tampoco para perderlo. Ahora teníamos oficina, bares, profesionales contratados y millones de lectores, pero para colmo de las paradojas, por primera vez nos preocupaba la pobreza. Al menos eso pensé en el momento del shock. 'Esto se acabó', dije dramatizando. 'Fue lindo mientras duró'", contaba el director.
Más adelante daba cuenta de que, ante esta situación, había salido a "buscar dinero y gestión", para "encontrar alguien que compartiera" el "entusiasmo ácrata, vocación de independencia, ánimo transgresor, o que, sin compartirlo, entendiera que allí radicaba el alma de este cuento y que sin eso moríamos de un modo harto más doloroso que cualquier desangre financiero".
"Apareció: se llama Jorge Ergas, tiene 48 años, es fan de The Clinic desde sus inicios y si lo suyo no es el periodismo ni nada parecido, parece divertirse imaginando con nosotros este nuevo capítulo que pretendemos escribir. Estamos orgullosos de lo conseguido hasta acá, pero más todavía nos excita eso que vemos por delante", decía Patricio Fernández Chadwick, como lo refiere el Sindicato.